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		Diagnósticos de Enfermería: Definiciones y Clasificación 2009-2011 NANDA Internacional / T. Herdman, PhD, RN. Wiley-Blackwell Iowa, USA, 2009. 435 Págs. Autora del comentario: María Aurora del Carmen Fernández Roibás Manuscrito aceptado el 22.4.2009 Temperamentvm 2009; 9
Cómo citar este documento
Fernández Roibás, María Aurora del Carmen. Diagnósticos de Enfermería: Definiciones y Clasificación 2009-2011, de NANDA Internacional [comentario de texto]. Temperamentvm 2009, 9. Disponible en <https://www.index-f.com/temperamentum/tn9/t2009.php> Consultado el

    Esta es la nueva edición de los Diagnósticos de Enfermería NANDA Internacional que constituyen los diagnósticos enfermeros más difundidos y aceptados a nivel mundial. T. Heather Herdman, es la presidenta de la NANDA Internacional y Directora de Enfermería, Investigación y Seguridad de los Pacientes del Hoana Medical Inc. y quien ha coordinado esta edición que, de momento, solo está disponible en lengua inglesa.

El lenguaje profesional no es una cuestión nueva. Si revisamos nuestra historia reciente, encontramos como Vera Fry ya planteó alguna noción de diagnóstico enfermero en 1953. Ella fue la primera enfermera que se atrevió a sugerir la posibilidad de formular un diagnóstico enfermero identificando cinco áreas referentes a las necesidades de los pacientes, en las que se habrían de basar estos diagnósticos: tratamiento y medicación, higiene personal, necesidades ambientales, guía y enseñanza, y necesidades humanas o personales.

En 1973 un grupo de enfermeras de Saint Louis University School of Nursing, identificaron la necesidad de trabajar de forma más formalizada en el desarrollo y clasificación de los diagnósticos de enfermería, y organizaron la primera National Conference on Classification of Nursing Diagnoses. De las consecutivas reuniones llevadas a cabo en esta universidad surgiría, en 1982, la Asociación Norteamericana de Diagnósticos de Enfermería (NANDA). En 1989 se publica por primera vez la taxonomía I de NANDA, que evoluciona y se convierte en la taxonomía II en 2002, coincidiendo el cambio en la asociación NANDA, que deja de ser una asociación Norteamericana para pasar a ser NANDA Internacional (NANDA-I).

Desde su primera edición, esta obra ha contribuido a la creación de un lenguaje enfermero común, primer paso para definir la actividad enfermera, posibilitar el pensamiento crítico e intercambio de opiniones sobre las necesidades del enfermo.

La actualización de esta clásica obra de interés para estudiantes, clínicos y educadores incluye 21 nuevos diagnósticos (7 diagnósticos reales, 3 de promoción de la salud y 11 de riesgo).

El nuevo libro presenta cambios en su formato, tanto de imagen como de tamaño, mayor que en ediciones anteriores. Y es lógico que vaya creciendo, pues el conocimiento enfermero así lo está haciendo y las enfermeras tenemos pendientes de desarrollo muchos diagnósticos que echamos en falta en la práctica asistencial.

    Estructuralmente el libro se divide en 5 partes:

La primera incluye dos aportaciones de la profesora Margaret Lunney (profesora de la Universidad de Ciudad de Nueva York y autora de diversos trabajos sobre precisión diagnóstica, investigación en taxonomías y un libro editado por la NANDA dedicado al estudio de casos) sobre evaluación, juicio clínico, y diagnósticos de enfermería (¿Cómo determinar el diagnóstico exacto?) y sobre diagnósticos de enfermería e investigación. A continuación Martha Craff-Rosenberg (profesora Emérita de la Universidad de Iowa) se centra en los diagnósticos de enfermería en la educación. Jane Brokel (Assistant Professor, Universidad de Iowa) explica el valor de los diagnósticos de enfermería en los registros de salud electrónicos. Y Dickon Weir-Hughes (profesor de Enfermería en la London South Bank University) centra su aportación en los diagnósticos de enfermería y la gestión.

En la segunda parte vemos los diagnósticos de Enfermería para 2009-2011 dentro de cada dominio organizados por el concepto de acuerdo a la Taxonomía II y por los 13 dominios: Promoción de la salud, Nutrición, Eliminación/Intercambio, Actividad/Reposo, Percepción/cognición, Autopercepción, Rol/Relaciones, Sexualidad, Afrontamiento/Tolerancia al estrés, Principios vitales, Seguridad/Protección, Confort y Crecimiento/Desarrollo.

La tercera parte se dedica a la historia del desarrollo de la Taxonomía II, la estructura multiaxial.

En la cuarta se incluyen los diagnósticos retirados, seis en total, por falta de evidencia científica en la Taxonomía 2009-2011.

En la quinta y última, encontramos toda la información referente al proceso de inclusión de nuevos diagnósticos para NANDA-I, criterios sobre nivel de evidencias.

Una novedad de gran importancia, especialmente para las enfermeras que nos dedicamos a la asistencia, es el diagnóstico "00214 Disconfort", que seguramente será traducido así.

Hasta ahora, dentro del dominio "12 Confort", contábamos con Diagnósticos como Dolor Agudo, Dolor Crónico, Disposición para mejorar el Bienestar. Pero echábamos en falta un diagnóstico cuando en la práctica clínica teníamos muy claro que el resultado esperado (NOC) era "Nivel de Confort". Esta situación la podíamos encontrar muchas veces cuando el entorno de cuidados era una Unidad de Cuidados Paliativos y cuando lo que guiaba finalmente el plan de cuidados del paciente que está en proceso de final de vida era la comodidad y el confort.

Animo a todas las enfermeras a que se aproximen con una mirada crítica a esta obra, y desde ahí hagan sus aportaciones públicamente sobre las últimas inclusiones de diagnósticos aceptados por NANDA-I.

Sabemos que NANDA es una asociación Internacional en la que pueden participar todas las enfermeras que lo deseen. La asociación dispone de mecanismos que estudian y aceptan (o no) los diagnósticos que son propuestos por sus miembros para formar parte de la taxonomía que más tarde usaremos las enfermeras.

Es necesario que sigamos trabajando con rigor en la generación de nuevos diagnósticos, para identificar aquellos que hoy no están presentes en NANDA y que constituyen respuestas humanas que abordamos las enfermeras; y esta tarea sólo la podemos abordar si partimos del conocimiento que tenemos disponible, por ello es imprescindible primero interiorizarla y esto nos permitirá hacer nuevas propuestas diagnósticas o modificaciones de las ya existentes.