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RESUMEN

El alto grado de competitividad y la necesidad de mantenerse en el mercado exige a los diferentes servicios de salud generar estrategias orientadas a suplir las necesidades de los usuarios; para ello se debe partir de un diagnóstico del perfil de estos, que, en particular, permita definir cuál debe ser el personal de enfermería competente y suficiente; el trabajo establece 12 categorías de cuidado, midiendo tiempo, capacidad y las necesidades de los servicios; el modelo utilizado es una herramienta que puede ser aplicada para los servicios de hospitalización de cuidados generales, pediátricos y críticos, el resultado determina que conocer el perfil de los usuarios y no dejar al azar o al criterio subjetivo de la enfermera la asignación de pacientes requiere un cambio en la práctica actual para mejorar la calidad del servicio, disminuir el riesgo y equilibrar las cargas de trabajo en enfermería, y, sobre todo, sustentar el requerimiento de la planta de personal.
Conclusión principal: Contar con una herramienta de asignación del personal para el cuidado de pacientes con un criterio real que permita responder a las necesidades de los pacientes y principios de calidad que permitan minimizar riesgos en la seguridad del paciente en la prestación del servicio de salud específicamente en el cuidado de enfermería, es mejorar la práctica.

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