ENTRAR            

 


 

Revista Tesela ISSN 1887-2255

 

 

EDITORIAL

Comentar este trabajo

Documentos relacionados

 Sumario

 

Documento siguiente

Enviar correo al autor 

 

 

Periodistas y Enfermeras

Susana Fernández Olleros
Diplomada en Marketing y Publicidad. Instituto Europeo de Comunicación y Marketing. Madrid, España

Tesela [Rev Tesela] 2014; 15

 

 

 

Cómo citar este documento

Fernández Olleros, Susana. Periodistas y Enfermeras. Tesela [Rev Tesela] 2014; 15. Disponible en <https://www.index-f.com/tesela/ts15/ts1500.php> Consultado el

 

 

 

    Las enfermeras no están tan representadas en los medios de comunicación como deberían. Comenzar diciendo esto puede provocar un revulsivo desacuerdo, pero si iniciamos una búsqueda de información, el trabajo enfermero no es de lo más demandado por los periodistas.

Por el contrario, si nos ponemos a buscar temas de gran controversia de la profesión: prescripción enfermera, dotación de enfermeras..., sí existe información de instituciones que tienen opinión a favor o en contra, siendo el portavoz una enfermera.

La educación para la salud debe ser potenciada desde los medios de comunicación, de hecho, las noticias de salud publicadas en prensa, emitidas en televisión, en radio o en los medios digitales proporcionan conocimientos básicos sobre la enfermedad y la salud. Ejerciendo una gran influencia en la opinión pública.

Según explica Álex Grijelmo, noticia es todo aquel hecho novedoso que resulta de interés para los lectores a quienes se dirige el diario.1 Hasta aquí todo perfecto, la noticia novedosa atrae al ciudadano.

Pero qué sucede cuando el periodista busca una información concreta sobre EPOC, alergias, quemaduras, tabaco, VIH, pediatría, salud mental, etc... Siempre hay un experto 'médico' de la disciplina dispuesto a opinar y a informar; y las enfermeras, ¿no tienen nada que decir?

Según Ryszard Kapuscinski, 'el verdadero periodismo es intencional, a saber: se fija un objetivo que intenta provocar algún tipo de cambio. No hay otro periodismo posible'.2 Por supuesto, él habla del buen periodismo.

Leyendo a los mejores periodistas de todos los tiempos Mark Twain, Ernest Hemingway, Gabriel García Márquez, comprobamos en sus mensajes que son intencionales, es decir, luchan por algo.

La persona que escribe sobre otros debe desarrollar empatía para conseguir llegar al lector. Nuestra sociedad ha cambiado. Los terrenos de la influencia han cambiado. La comunicación es más fluida. Tenemos mucha conversación.

La enfermera tiene multitud de competencias, de hecho, es la profesión que aborda las diferentes situaciones de salud en el ser humano. Las enfermeras son proveedoras de cuidados y tienen la obligación de asegurar el derecho a la salud. Por tanto, sin la ayuda de las enfermeras, los periodistas no pueden hacer bien su trabajo. No consiguen escribir la historia del cuidado.

El redactor, comunicador sanitario, periodista científico no tiene una guía con toda la información de ciencia y medicina. Lo máximo, una buena agenda de contactos y algunas guías informativas que le han proporcionado sociedades científicas. Él sabe que la divulgación de la ciencia es una tarea fundamental en nuestra sociedad.3

Las enfermeras tienen la obligación de transmitir, de la mejor forma posible, sus conocimientos a los ciudadanos. La educación para la salud que realizan en sus consultas de atención primaria, en los hospitales, en las asociaciones de pacientes, pueden resonar como un gran altavoz, si se lo dicen a un periodista. Pero en todo esto surge una pregunta ¿por qué los cuidados enfermeros no son protagonistas en reportajes de salud?

En muchas ocasiones a las enfermeras les da reparo hablar con los periodistas. Las razones son varias: pánico escénico, mala experiencia, no tener tiempo, no ser las protagonistas, etc...

Las enfermeras tienen una responsabilidad con los pacientes al prestarles sus cuidados excelentes, pero también en la educación para la salud. Una gran arma en estos tiempos de recortes, exclusión social y pobreza, la que está padeciendo este país.

El deber del redactor no es beneficiar a la fuente de información sino a la sociedad. Los periodistas y las enfermeras tienen un mismo objetivo. El poder de la palabra lo es todo, lo importante no es lo que decimos, sino como nos entienden.4 Por lo tanto, el periodista es un nexo de unión para llegar con la voz de la enfermera al paciente. El único fin de ambos es un tercero: el lector, el oyente, el espectador, en definitiva, el paciente.
 

Referencias

1. Grijelmo, Álex. El estilo del periodista. Madrid: Taurus, 1997.

2. Kapuscinski, Ryszard. Los cínicos no sirven para este oficio. Sobre el buen periodismo. Barcelona: Anagrama, 2005.

3. Casals Carro, María Jesús. Periodismo y sentido de la realidad. Teoría y análisis de la narrativa periodística. Madrid: Fragua Biblioteca de Ciencias de la Comunicación, 2005.

4. Luntz, Frank. La Palabra es poder: lo importante no es lo que dices, sino lo que la gente entiende. New York: La Esfera de los libros, 2011.

Principio de p�gina 

error on connection