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Revista INDEX DE ENFERMERIA (Edici�n digital) ISSN: 1699-5988

 

 

 

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Enfermera de Práctica Avanzada para las Urgencias a Domicilio

Sergio R. López Alonso, Susana Martín Caravante
Dispositivo de Cuidados Críticos y Urgencias, Distrito Sanitario Málaga, Servicio Andaluz de Salud. Málaga, España

Index de Enfermería [Index Enferm] 2012; 21(3): 117-118

 

 

 

 

 

 

 

Cómo citar este documento

 

 

López Alonso, Sergio R.; Martín Caravante, Susana. Enfermera de Práctica Avanzada para las Urgencias a Domicilio. Index de Enfermería [Index Enferm] (edición digital) 2012; 21(3). Disponible en <https://www.index-f.com/index-enfermeria/v21n3/1718.php> Consultado el

 

 

 

    La enfermera de práctica avanzada se perfila como el profesional idóneo para dar respuesta al continuo incremento de demandas de atención urgente en los domicilios, siendo la costo-efectividad una de sus mayores fortalezas debido a su alta y creciente capacidad de resolución y al elevado porcentaje de motivos de asistencia que resultan ser demandas inadecuadas, lesiones menores o problemas de salud no urgentes.
    En 2010, los servicios de urgencias extrahospitalarias atendieron 34.9 millones de demandas de atención en toda España (datos extrapolados a partir de 14 comunidades autónomas).
1 De los cuáles, las visitas a domicilio representaron el 3,6%, porcentaje que supera 1.25 millones de asistencias. Estas cifras de atención urgente domiciliaria parecen ser el resultado de un progresivo crecimiento que se está produciendo en todos países desarrollados, cuya curva de crecimiento fluctúa entre el 7 y el 25%, acorde a una revisión publicada reciente.2
    Varios estudios han analizado la demanda de atención urgente domiciliaria y han encontrado que la asistencia incluía un amplio abanico de intervenciones tanto diagnósticas y terapéuticas como de promoción y cuidado de la salud.
3 Estas intervenciones se corresponden con un elevado número de problemas de salud no urgentes y se asocian más con factores socioeconómicos y organizacionales que con variaciones epidemiológicas de las enfermedades.4-7 Este fenómeno podría explicar el amplio rango de porcentajes de asistencias urgentes a domicilio en las distintas comunidades autónomas de España, que oscila entre el 1.9 y el 8.4%. En este sentido, el número de problemas no urgentes atendidos en el domicilio puede alcanzar entre el 40 y 50% de las asistencias,2 siendo los factores socioeconómicos más influyentes: la edad avanzada, los cambios en las estructuras familiares, la lejanía del domicilio al punto fijo de urgencias y no disponer de vehículo, entre otros; y existe controversia de algunos factores como el sexo.2,4,5,7 Así pues, el patrón de uso del servicio de urgencias extrahospitalarias se presenta como una prolongación de las consultas de atención primaria.4
    Esta inapropiada utilización de los servicios de urgencia domiciliaria no es nuevo, sino que ha sido documentado en la literatura desde la década de los años 70 y aún continua en el presente.
2,8,9 Además, una reciente encuesta online, realizada recientemente, encontró un bajo nivel de conocimientos en la población sobre la adecuación del uso de los servicios de urgencias domiciliaria ante distintos casos clínicos.10
    Ante esta situación, han sido numerosos los nuevos modelos que se han propuesto como alternativa a esta atención convencional para dar respuesta a este continuo aumento de la demanda de los servicios de atención urgente en el domicilio. Entre estos modelos, basados en la costo-efectividad, se pueden destacar aquellos dirigidos a demandas inadecuadas, lesiones menores o problemas de salud no urgentes. En este sentido, se pueden mencionar los modelos de atención donde destaca la enfermera de práctica avanzada: en el servicio de atención y triage telefónico, en ambulancias junto a paramédicos, en ambulancias con acceso a médicos vía telefónica,
11-13 entre otros.
Respecto a este último modelo de atención, el servicio de ambulancia atendido por una enfermera y un técnico de transporte sanitario, además de un médico vía telefónica hace algunos años que se ha implantado en nuestro país, como en el País Vasco, la Comunidad Autónoma Canaria y Andalucía.
14-17 La asistencia sanitaria en una ambulancia proporcionada por una enfermera ha sido una extensión de las experiencias previas internacionales existentes en Finlandia,18 Suecia,19 Holanda,20 Reino Unido,21 entre otros.
    En este contexto, la asistencia por una enfermera ha demostrado efectividad para atender con éxito problemas de salud severos como infartos de miocardio o edemas agudos de pulmón tras fallo.
18,20 No obstante, entre los principales motivos para poner de relieve a la enfermera en los servicios de ambulancia se podría mencionar la atención a la demanda inadecuada o no urgente junto a su capacidad de resolución in situ, añadiendo su costo-efectividad.11,12
    Las ventajas de asistencia que presenta la enfermera se hacen más palpables, una vez conocido el progresivo envejecimiento poblacional de los países desarrollados y la mayor e inadecuada demanda de servicios de ambulancia de las personas mayores de 65 años.
21,22 Asimismo, la enfermera presenta un amplio enfoque en su asistencia que permite valorar el sufrimiento del paciente, más allá del accidente o de la enfermedad detectada por el triage telefónico.23 De este modo, la urgencia puede complicarse por factores culturales, emocionales o sociales, ya que el sufrimiento incluye aspectos tan importantes como la necesidad de ayuda, el miedo a la enfermedad, el dolor y su somatización.23 La efectividad de esta aproximación de la atención urgente está siendo muy satisfactoria, especialmente para la poblaciones frágiles.24
    En este sentido, Comunidades Autónomas como Andalucía y Cataluña están ampliando el marco de competencias para ampliar la cartera de servicios de la enfermera con el objetivo de dar respuesta a un mayor número de patologías banales y otros problemas de salud menores, como pueden ser: anticonceptivos de urgencias, quemaduras y heridas, lesiones dermatológicas en pliegues cutáneos, vómitos, diarrea, hipoglucemias, infecciones urinarias, odinofagias, odontalgias, catarro de vías altas, ojos rojos, hipertensión arterial, crisis de ansiedad, epistaxis, dolor lumbar, esguinces de tobillo y traumas menores, entre otros.
17,25
    Por todo ello, la apuesta por la enfermera de práctica avanzada para la atención de las urgencias a domicilio debería ser un imperativo en las reformas sanitarias, primordialmente por su costo-efectividad y dado el contexto socioeconómico actual.

Bibliografía

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