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		EDITORIAL
		El Liderazgo de las enfermeras en el ámbito sociosanitario Concepció Cabanes Durán Diplomada en Enfermería, Licenciada en Humanidades. Máster en Administración y Gestión (UB), Diplomada en Metodología de Evaluación y Mejora de la Calidad Asistencial (UAB). Dirección de servicios integrados de salud (ESADE). Vocal de ANDE y vicepresidenta d'ACDI. Pla director sociosanitari Departament de Salut, Barcelona, España Tesela [Rev Tesela] 2016; 19
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Cabanes Durán, Concepció. El Liderazgo de las enfermeras en el ámbito sociosanitario. Tesela [Rev Tesela] 2016; 19. Disponible en <https://www.index-f.com/tesela/ts19/ts10692.php> Consultado el

    Las sociedades desarrolladas están plenamente inmersas en el fenómeno del envejecimiento poblacional. El porcentaje de personas mayores de 64 años respecto al total de la población crece cada vez con más intensidad, tanto en los países desarrollados como en los que se encuentran en vías de desarrollo.¹

Nos encontramos ante grandes cambios, en el que es necesario una adecuación de modelo para mejorar la atención de la salud a las personas que necesitan una atención geriátrica, paliativa, etc., y gana relevancia la prevención y la atención a la fragilidad especialmente en la gente mayor.

En el ámbito sociosanitario, las enfermeras  como en otros ámbitos de actuación, hemos perdido buenas oportunidades, podemos poner como excusa que somos una profesión joven, o que no queremos, en general, asumir responsabilidades y riesgos. Las enfermeras debemos adaptarnos a las necesidades que se plantearán en un futuro inmediato, si queremos ser el profesional referente en el sistema de salud sociosanitario, por lo que hay que centrarse en el  liderazgo de las enfermeras, dentro del equipo interdisciplinario en el ámbito sociosanitario.

En primer lugar hay que exigir, que las enfermeras estén presentes y activas en el desarrollo de los programas propuestos desde la administración y deben responsabilizarse de la gestión, dirigiendo unidades y organizaciones, así como ofrecer  su profesionalidad técnica, humana, de seguridad y de confianza, para ejercer la dirección y liderazgo. Y es muy  importante, que las enfermeras que realizan las intervenciones directas en el ámbito sociosanitario en prevención, promoción, proceso agudo o crónico, atención paliativa, etc., consigan ser visibles en sus intervenciones, tienen que dar a conocer su trabajo, sus habilidades personales, sus habilidades técnicas, sus conocimientos y su esencia humanista.

La enfermera en este ámbito, es la responsable de la mayoría de  procesos establecidos, como: la enfermera gestora de casos, la enfermera educadora en autocuidados, la enfermera de enlace, del proceso asistencial integrado, del paciente activo, de la educación estructurada, etc., a pesar de todos estos roles, la mayoría de ciudadanos no nos ven como protagonistas. No somos capaces de conseguir que la sociedad perciba el valor que aportamos.

Es primordial que desde el ámbito político, se dé a la profesión el soporte que se merece. Nuestros políticos saben sobradamente que las enfermeras y enfermeros siempre estamos al lado de la persona, del paciente, de las familias, de la comunidad y del sistema sanitario, y sería bueno que de una vez por todas, se priorice la capacidad de gestión, y no otras razones, para asegurar que las direcciones estén ocupadas por los mejores profesionales tanto en las direcciones de procesos, gestión clínica, direcciones de enfermería, etc. Que desde las direcciones de enfermería (dirección y gestión) se defiendan los proyectos de las enfermeras, y su conocimiento, deben atenderse las sugerencias, para mejorar las buenas prácticas tanto, técnicas como humanas. Hacer visibles los resultados en salud que aporta el colectivo de enfermería a la población, al sistema sanitario. Los gestores enfermeros deben compartir con los de otros centros, experiencias con rigor metodológico para favorecer  el sistema sanitario y hacer visible el colectivo enfermero. Beneficiarse del gran potencial que tienen las enfermeras, desaprovechado con demasiada frecuencia.

Los Colegios profesionales de enfermería deben hacer bien su  trabajo, estando presentes en los debates entre los profesionales de todo el sistema sanitario, en los ámbitos de decisiones estratégicas, en los centros sanitarios y en los medios de comunicación, sea en debates, reuniones transversales, interdepartamentales, políticas o de información, y no dejar que otros ocupen nuestro lugar. Que sean capaces de aglutinar a las asociaciones para defender conjuntamente a la profesión.

Que la enfermera además de hacer su trabajo bien hecho, explique, y decida. Que diga que es enfermera, que el ciudadano, paciente y familia sepan quien le cuida, quien le ayuda y quién protege su seguridad.

No es suficiente que en las encuestas de satisfacción de nuestros centros sociosanitarios, en general, las enfermeras obtengan generalmente la máxima valoración por parte de los pacientes y familiares, por delante de los otros profesionales de la salud. Nos movemos en un ámbito en el que es fácil despertar la sensibilidad por parte de pacientes y familiares, pero habitualmente no somos capaces de llegar más lejos, por lo tanto, o avanzamos con todo nuestro empeño o nos quedamos donde estamos o retrocedemos.

La crisis ha sido dura especialmente para las enfermeras, como consecuencia hay desánimo y cansancio en estos últimos tiempos, pero hay que seguir avanzando. El futuro dependerá de las políticas que se implanten en el presente, pero también de todo aquello que las enfermeras estemos dispuestas a hacer, defender y exigir ahora y en el futuro.
 

Bibliografía

1. Bases per la promoció de l'envelliment actiu i saludable. Disponible en: https://salutpublica.gencat.cat/web/.content/minisite/aspcat/publicacio_formacio_recerca/publicacions/guies/promocio_envelliment_saludable.pdf (Última consulta el día 25 de octubre).