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		Bernardino António Gomes. Ilustre médico iluminista nascido em Paredes de Coura Carlos Subtil Município de Paredes de Coura. Paredes de Coura (Portugal), 2017. 94 Págs. Autor del comentario: Juan D. González-Sanz Temperamentvm 2017; vol. 13
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González-Sanz, Juan D. Bernardino António Gomes. Ilustre médico iluminista nascido em Paredes de Coura, de Carlos Subtil [comentario de texto]. Temperamentvm 2017, vol. 13. Disponible en <https://www.index-f.com/temperamentum/v13/e2505.php> Consultado el

    Es una pena que estando tan cerca de Portugal, la cultura española en general y en particular la enfermería, no se hagan eco con mayor frecuencia de las aportaciones que hacen los autores del país vecino a los distintos campos del saber. Aunque es verdad que en un primer momento el idioma puede parecer un obstáculo, cualquier lector atento y perseverante podrá vencer en unas pocas horas las dificultades que le ofrezca el texto y al superarlas, se encontrará, a buen seguro, con la maravilla del entendimiento y del encuentro entre dos sociedades, tan similares y al mismo tiempo tan distantes.

En este sentido, la nueva publicación del profesor Carlos Subtil es una magnífica oportunidad para retomar el contacto con el pensamiento portugués o iniciarse en él. Una verdadera belleza en cuanto a la edición, diseñada con un gusto inmejorable, preciosas ilustraciones y un rigor exquisito en su redacción, Bernardino António Gomes. Ilustre médico iluminista nascido em Paredes de Coura, es una monografía histórica dedicada a la memoria de este hombre políglota y polifacético, apasionado de la investigación y pionero en varias áreas de la medicina portuguesa.

Nacido en 1768 y fallecido en 1822, Gomes estudió medicina en la Universidad de Coimbra, terminando su carrera en 1793. Inicia entonces una primera etapa como médico municipal en Aveiro (1793-1799), que culminará cuando, sintiendo un amor tan grande por la investigación que notaba que "la provincia era demasiado pequeña para sus ambiciones" (p. 38), marche a la capital para servir durante varios años como médico y capitán de fragata de la marina portuguesa, tiempo que le brindará la oportunidad de ahondar en sus conocimientos botánicos. En 1810, desencantado con la evolución de su situación profesional en la Armada, abrirá un nuevo periplo profesional, dedicado a la salud pública y la vacunología, que alcanzará hasta 1817, destacando en este intervalo la fundación de la Instituiçao Vacínica de Portugal. Dicha fundación puede considerarse una verdadera proeza, sobre todo teniendo en cuenta que él y sus colegas tuvieron que enfrentarse a la resistencia de amplios sectores de la cultura portuguesa, con una situación política y económica marcada por las invasiones napoleónicas. Finalmente, entre 1817 y 1822, año de su muerte, se consagra a la investigación en dermatología, centrándose con gran acierto en afecciones como la elefantiasis.

A pesar de su corta extensión, este libro consigue esbozar suficientemente no solo las diferentes etapas del itinerario profesional e intelectual de Gomes, sino también las líneas mayores de su biografía familiar así como, lo que es muy de agradecer, las ideas principales del contexto histórico en el que se desenvuelve toda su vida. Entre ellas "la ruptura histórica entre la cultura de lo público y la cultura de lo privado, entre el paradigma corporativo y el paradigma individualista" (p. 17), una de cuyas consecuencias más evidentes será la aparición del interés del Estado por la salud de la población. Así, haciéndose eco de las tesis de Michel Foucault que apuntan a la colonización de las instituciones por parte de dispositivos de control, Subtil incide en el proceso de cambio que afectó a las "misericordias" portuguesas (p. 25), pasando de un modelo de atención caritativa, poco o nada centrada en las enfermedades, a un nuevo modelo ya claramente terapéutico.

Por otra parte, el poder y la relevancia de las instituciones en el transcurso vital de Gomes como médico queda claramente de manifiesto a medida que avanza el texto. Sea la Junta de Saúde Pública, la Academia Real das Ciências de Lisboa, la Instituiçao Vacínica o la Armada Real, la travesía de Gomes estuvo influenciada en todo momento por las instituciones del saber de las que participó. Con su apoyo o sin él, queda patente que fue su constancia en la investigación, a pesar de las presiones recibidas en diferentes momentos y de la falta de reconocimiento en otros, la que le llevó a realizar descubrimientos de gran importancia (como el del primer alcaloide de la quinina) "desafiando el saber científico instituido" (p. 53) y sufriendo una "fuerte contestación en el país, nacida de sus colegas de la Universidad y alimentada por ellos" (p. 83).

El buen hacer del profesor Subtil hace que el texto sea ameno a la vez que limpio en la estructura y preciso en el detalle, minucioso en los datos sobre el manejo de las fuentes. Haciendo gala del sapere aude que sirvió de lema para los ilustrados como Gomes, Carlos Subtil expone aquí parte del fruto de sus investigaciones históricas de los últimos años con una impagable libertad de pensamiento, que le permite ofrecernos una mirada sin prejuicios sobre este gran personaje de la sanidad lusa, lejos de las constricciones temáticas y lingüísticas que las dependencias corporativas imponen a tantos textos históricos escritos por enfermeros.

Además, al publicar su estudio con el soporte institucional del Ayuntamiento de Paredes de Coura, ciudad natal de Bernardino António Gomes, Subtil nos demuestra que también hay vida intelectual más allá de los estrictos límites de la Universidad y que, concretamente en el campo de la historiografía, existen en el ámbito de las instituciones locales recursos de apoyo a la investigación que no siempre se están utilizando con tino e inteligencia.

En este momento histórico en el que los textos científicos y humanísticos se han convertido en el producto de una industria cultural (excesivamente contaminada por el ansía desmedida de poder), este pequeño libro, publicado con mimo en los márgenes de las instituciones del saber, es una luz que orienta hacia un puerto necesario pero ahora oscuro: aquel en el que reina la idea de que el trabajo serio y riguroso que busca el saber por sí mismo es el único que al final merecerá la pena.