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TEMPERAMENTVM ISSN 169-6011 2016 n24 t2406

 

 

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La conciencia de un día histórico
La primera investidura como Doctora Honoris Causa a una enfermera española

Manuel Amezcua
Centro Universitario San Juan de Dios, Universidad de Sevilla, España. Fundación Index, Granada, España

Temperamentvm 2016; 24

 

 

 

Cómo citar este documento

Amezcua, Manuel. La conciencia de un día histórico: la primera investidura como Doctora Honoris Causa a una enfermera española. Temperamentvm 2016, 24. Disponible en <https://www.index-f.com/temperamentum/tn24/t2406.php> Consultado el

 

 

 

    A media mañana, los claustros del Campus de la Merced de la Universidad de Murcia comienzan a ser transitados por un nutrido número de doctores revestidos de sus trajes académicos (toga, muceta, birrete, medalla, guantes blancos). Es 2 de diciembre de 2016, un día esplendoroso, como preparado para la ocasión, pues en breves minutos va a comenzar en el paraninfo de la Universidad un solemne acto académico: el nombramiento de una mujer como Doctora Honoris Causa. Sin duda es un acontecimiento histórico para la Enfermería en España, ya que se trata de la primera enfermera del país que recibe el mayor reconocimiento de la Universidad. Por ello asisten numerosas personalidades provenientes de diversas universidades, así como representantes de las principales organizaciones científicas y profesionales enfermeras.

Las señoras y señores académicos andan entretenidos saludándose unos a otros cuando unos maceros rigurosamente vestidos de negro comienzan a llamarles por su nombre con voz en alto para que se organicen en filas. Se arma una procesión multicolor que les lleva al paraninfo, que poco a poco se tinta con el gris perla de las mucetas y birretes de los doctores, el color académico de la Enfermería. Nunca hasta ahora se había contemplado un paisaje similar.

Asistentes

Ite arcessitum candidatam

    El escenario está preparado para la ocasión, las mayores autoridades académicas se sientan en la mesa presidencial, encabezada por el Sr. Rector Magnífico de la Universidad. Cuando el Secretario termina la lectura del acta, el Rector pide a una de las doctoras allí presentes que vaya a buscar a la candidata. Quien lo hace es la Dra. Pilar Almansa, profesora de la Facultad de Enfermería y verdadera causante de todo aquel barullo. Es por tanto la que actuará como madrina de la doctoranda. A los pocos minutos, las puertas del paraninfo se abren de nuevo para recibir a la candidata, que es aclamada por todos los presentes. El claustro de doctores la recibe calurosamente puesto en pie, sin descubrirse.

Se trata de Rosamaría Alberdi Castell, profesora de la Universidad de las Islas Baleares y una persona muy conocida en el mundo de la Enfermería en España. Es el momento de su Laudatio, que la Dra. Pilar Almansa lee con palabras emocionadas. La madrina resalta la importante trayectoria de la candidata, que a lo largo de su desarrollo profesional ha conjugado los roles de enfermera y psicóloga, profesora universitaria, feminista, política y poetisa, habiendo estado vinculada a los principales acontecimientos de la historia de la enfermería reciente en España. Entre otros, jugó un papel importante en la integración universitaria de los estudios de ATS, lo que supuso una lucha titánica con las viejas estructuras todavía muy contaminadas por las mentalidades de la dictadura.

Destaca de Alberdi su pasión por la docencia y el hecho de haber teorizado sobre diferentes aspectos de salud pública, ética, gestión, multiculturalidad e historia profesional. Según Almansa, Alberdi es la autora que mejor ha enseñado cómo son las enfermeras, su origen, lo que hacen y cómo viven el cuidado profesional, destacando su perspectiva humanista y su interés en la comprensión del mundo y sus manifestaciones, así como su compromiso a favor de la equidad, para lo que no ha dudado transitar por la política.

Ha llegado el momento. Ante la presencia del Rector, la Dra. Pilar Almansa procede a imponerle como Madrina las insignias doctorales: el birrete de borla gris simboliza la lucha, el anillo la sabiduría, los guantes blancos la pureza, y el libro la ciencia. Tras el juramento, el Rector impone la medalla de Doctor a Rosamaría Alberdi. Tibi confero gradum doctoris honoris causa. ¡El nombramiento de la primera doctora honoris causa de nuestro país es un hecho! La madrina abraza con solemnidad a la nueva doctora, un abrazo que simboliza su incorporación al Claustro y bienvenida al seno de la Universidad de Murcia. A continuación, el Rector entrega a la Doctora Alberdi un pergamino conmemorativo y todos se sientan. Visiblemente emocionada, Rosamaría Alberdi toma la palabra.

Rosamaria Alberdi Auditorio

La conciencia del fuego

    "Soy hija de una madre apasionada y republicana y de un padre que creía que el sol salía para todos". El discurso de la nueva Doctora Honoris Causa estuvo marcado por evocaciones de carácter intimista y por numerosos agradecimientos, sin eludir un análisis crítico y constructivo de la situación de la Universidad en España.

Rosamaría Alberdi reconoce que ha contado siempre con la fuerza de la pasión, y está convencida que el fuego que la Universidad debe promover en cada alumno es la conciencia de servicio y de los conocimientos para llevarlo a cabo con excelencia. La Enfermería, según Alberdi, nutre a la Universidad con un importante número de alumnos, estando entre las de mayor demanda, y por ello la Universidad es clave para que la Enfermería pueda desarrollar la "versión" profesional que la sociedad necesita: "lo que distinguirá a las enfermeras del siglo XXI será el orgullo de cuidar".

La nueva Doctora no elude su visión crítica de la Universidad al cuestionar el estilo de "pensamiento índice de impacto", que según ella no facilita la creatividad ni el pensamiento crítico. También cuestiona la manera en que la Universidad ha acogido a las enfermeras, que son juzgadas más por prejuicios que por lo que realmente pueden aportar como profesión comprometida con las causas sociales.

Pero el discurso de Alberdi está también colmado de agradecimientos, incluso de carácter poético, y por ello reconoce a la vez el amor y compromiso que debe a la Universidad por descubrir la luz del conocimiento y hacer de la Enfermería una profesión completa, ayudando así a las enfermeras a luchar contra el dolor y la marginación, en su compromiso con conceptos como conciencia, cuidado y protección, que ellas han convertido en servicio a la humanidad.

Un reconocimiento a la Enfermería

    La Universidad de Murcia ha concedido el Doctorado Honoris Causa en 46 ocasiones, aunque solo en 4 han sido mujeres las galardonadas, siendo en esta ocasión el primero que una universidad otorga a una Enfermera española. Es por ello que la Dra. Alberdi considera que este reconocimiento supone haber llegado al final del camino de normalización de la Enfermería en la Universidad, a la vez que reivindica el potencial de desarrollo de la disciplina como ciencia aplicada en el seno universitario: "Las enfermeras nunca hemos querido un trato de privilegio, solo poder llegar a donde nos corresponda en igualdad de oportunidades".

Como colofón del acto académico, tras cantar a coro el Gaudeamus Igitur, el rector de la UMU, José Orihuela, reconoció el momento histórico que se estaba viviendo al afirmar que sentía orgullo por la sensibilidad de su universidad ante el reconocimiento de la trayectoria humanística de la profª. Alberdi, a la vez que lamentaba que la universidad española hubiese tardado tanto tiempo en dar este paso tan importante para la Enfermería. Estas fueron sus palabras:

"Rosamaría viene a suponer así la primera enfermera con un doctorado honoris causa. No sé si esto debía enorgullecernos o, mirando retrospectivamente, avergonzarnos. Puede que un poco de todo si uno tiene en cuenta la relevancia humanística de su profesión, y del modo en que la ha venido ejerciendo. En mi opinión, con tintes de heroicidad, en un escenario de tragedia griega".

Desde Temperamentvm queremos sumarnos a las felicitaciones a la Dra. Rosamaría Alberdi Castells por tan merecido reconocimiento, que ella considera es un "homenaje que se hace a todas las enfermeras que avanzamos, cogidas de la mano", hacia un horizonte donde la Enfermería resulta imprescindible para el bienestar de la ciudadanía. Y lo hacemos publicando el discurso de investidura que la propia Rosamaría Alberdi nos ha facilitado, a la vez que su Laudatio, escrito por la Dra. Pilar Almansa. Con ello dejamos testimonio para la posteridad de un acontecimiento, histórico por ser el primero, pero que esperamos se vuelva a repetir en no pocas ocasiones, al reconocer igualmente otras trayectorias profesionales que han contribuido decisivamente a colocar a la Enfermería entre las profesiones y disciplinas científicas con mayor reconocimiento de la ciudadanía.

 

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