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		EDITORIAL
		Florence Nightingale, la mujer necesaria Juan Ignacio Valle Racero Enfermero, matrón y antropólogo. Profesor, Escuela Universitaria de Enfermería de la Cruz Roja de Sevilla. Unidad Docente de Matronas del Hospital Universitario Virgen del Rocío. Sevilla, España. Miembro del Consejo Asesor de la Revista Temperamentvm Correspondencia: Avda. Manuel Siurot s/n, 41013 Sevilla, España Temperamentvm 2010; 12
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Valle Racero, Juan Ignacio. Florence Nigthingale, la mujer necesaria. Temperamentvm 2010, 12. Disponible en <https://www.index-f.com/temperamentum/tn12/t1310.php> Consultado el

    En este último número de 2010 de la revista Temperamentvm, son varios los temas que se me pasan por la cabeza para realizar una breve reseña, pero no disimulo mi interés, a fuer de ser reiterativo, en este centenario de la muerte de quién es considerada, como la precursora de la Enfermería moderna en el mundo, y de la profesionalización enfermera.

De ella se ha dicho casi todo, se ha hablado de su entrega, de su disciplina, de su filosofía de actuación y de sus valores éticos y morales, de sus cartas con eminentes médicos y hombres políticos y de ciencia de la época,¹ de lo que su figura ha supuesto para cierto feminismo e incluso se ha hablado de sus amores.

Su figura ha sido inmortalizada por el cine, el teatro, su biografía ha inundado cientos de diccionarios y su imagen ha sido motivo de tarjetas postales, sellos, monedas, estatuas o vidrieras de catedral. Su figura se ha resaltado de tal manera, que incluso ha dado juego para una muy interesante e imaginaria entrevista a su persona, en base a su pensamiento y lo por ella plasmado en libros, cartas y charlas impartidas.² Aunque se han hecho y dicho muchas cosas sobre ella y sobre su legado, pero no todo está dicho y como seguramente la propia Florence diría "still so much to do".

Su primera escuela de enfermería que ella crea en el Saint Thomas' Hospital de Londres, servirá de modelo (Nightingale's principles) a las que posteriormente se crearán en el resto de Reino Unido, Estados Unidos y algunos países de Europa. En España, la influencia será tardía, por las peculiaridades de nuestro devenir profesional, y la indefinición de una formación paramédica hasta finales de los años setenta del pasado siglo. Salvo, también hay que decirlo, la formación específica de algunas escuelas que enviando al extranjero a parte de su personal supieron influenciarse de la ideología formativa entonces imperante. Por citar varias, quiero referirme a la Escuela de Enfermeras creada, en 1896, por el Dr. Federico Rubio Galí en el Instituto de Terapéutica Operatoria de Madrid; y a la Escuela de Salud Valdecilla, de Santander, que prácticamente desde sus inicios en 1929 y bajo la dirección de doña María Teresa Junquera Ibrán, optaron por el modelo anglosajón.³

Su vocación surge de la llamada de Dios y su amor a Cristo. En su diario personal, con 16 años, el 7 de febrero de 1837, ella anota brevemente al margen: "God spoke to me and called me to his service" y a ésta seguirán otras anotaciones similares, de fecha 7 y 9 de marzo y otra posterior de 1 de abril, todas del mismo año. Posteriormente tendrá otras llamadas y aludirá al pensamiento divino en varios párrafos en su obra cumbre: Notas sobre Enfermería. Con el discurrir del tiempo, empieza a darse cuenta que es necesaria una concepción enfermera distinta, capacitada, profesional y autónoma dentro de lo que la época (y la clase médica, no lo olvidemos) le podían permitir. Su mérito radica en partir de una mirada clásica de la enfermería: caritativa, resignada, desde una perspectiva meramente de ayuda cristiana, etc. a una percepción nueva de análisis, de observación de los hechos, en donde ahora, aparecen elementos que ya no se basan en dichos aspectos inspiradores (ya no son vertebradores) ni queda todo en manos de la Providencia -el rito de paso de la religión a la ciencia- es el hecho transformador.

Parte de un marco propio, de formación enfermera a otras enfermeras, con distintos grados de autonomía en el quehacer profesional, plantea un código deontológico de actuación centrado en el enfermo, junto a una formación sistematizada orientada a la planificación de cuidados, y que ya no solo se centra en el hospital sino también extrahospitalariamente. Muchas escuelas europeas y americanas tomarán estas nuevas aportaciones para crear una enfermera distinta (las denominadas Escuelas Nigthingale), una enfermera más profesional y en donde la nueva cosmovisión dará otro eje a la profesión.

En este año, que ahora finaliza, se ha celebrado globalmente, el Día Internacional de la Enfermería 2010 (The 2010 IYNurse), conmemorando el año del centenario (Florence Nightingale Centennial) de la muerte de la fundadora de la enfermería moderna. La Fundación Index, ha participado públicamente en dicha celebración, estableciendo una Lectura Ininterrumpida del texto Notas sobre Enfermería. Qué es y qué no es (1898), como homenaje a la autora y a la enfermería de habla hispanoamericana, dado que han sido muchos los participantes voluntarios (asociaciones, colegios profesionales, escuelas, hospitales, sociedades científicas, etc.) y las sedes de dicha lectura.

Igualmente la publicación, en este año, por parte del Colegio de Enfermería y la Academia de Ciencia de Enfermería de Bizkaia, de la traducción al español del texto de Eliza F. Pollard, escrito originalmente en 1890, y titulado: Florence Nightingale. La amiga del soldado herido,⁴ junto con dos artículos de Florence que complementan dicha edición especial.

También han sido muchas las muestras y exposiciones al respecto, de las que destacaría la exposición temporal itinerante, inaugurada el 15 de abril de 2010, y abierta hasta final de año, y que lleva por título: Florence Nightingale, la Dama de la Lámpara, Maestra en el Arte del Cuidar.⁵ La comisaria de la exposición ha sido la enfermera Txaro Iliarte Larriketa. También algunos medios tanto gráficos⁶ como audiovisuales nacionales, no profesionales, se han hecho eco de esta conmemoración.

Pese a todo lo que se pueda argüir contra el modelo Nightingale o contra ella,⁷ creemos que para nada le restan mérito a su autora, que es hija de su tiempo, de su educación y del entorno sociocultural de la época. Es una gran efemérides para la enfermería mundial y debemos felicitarnos por tan magno acontecimiento. Su visión fue avanzada y sus corsés son los de la época victoriana en la que vive y de la sociedad androcéntrica en la que se desarrolla. Es posible que muchas de sus ideas no hayan soportado bien el paso del tiempo, y es posible que no haya sido una gran teórica pero sí una gran metodóloga con una buena percepción y habilidades intelectivas visionarias. Prueba de su vigencia es que todavía hoy es recordada con cariño en el orbe enfermero y aún podemos decir que "still lighting the way for nurses in the world". Desde la Fundación Index y nuestra revista Temperamentvm, sirvan estas líneas como colofón de cierre de nuestro reconocimiento y homenaje en el año del Centenario.

Notas bibliográficas

1. Entre éstos, por citar algunos, tenemos la figura de Lord Palmerston, vecino de los Nightingales y por dos veces Primer Ministro de Reino Unido, él la apoyó firmemente en sus ideas reformadoras y en su trabajo como enfermera. También su relación con el Dr. John Forbes, o su amplia correspondencia postal con Dr. William Farr, prestigioso estadístico, en relación a la evidente necesidad de reformas sanitarias dentro y fuera del país. Hay que recordar que en 1859, será elegida como primera mujer miembro de la Royal Statistical Society, y posteriormente miembro de su homóloga la American Statistical Association.
2. Vid. el interesante trabajo realizado por los profesores australianos, Alice Richardson y John Maindonald, titulado: A Dialogue with Florence Nightingale, publicado en ICOTS-7, 2006.
3. En el Instituto Rubio, nombran a una enfermera como directora, que se había formado en Alemania y que aplicó el modelo Nightingale, dicho modelo era ya conocido por el Dr. Rubio Galí durante su estancia londinense como cirujano. En la Casa Salud Valdecilla, el modelo impera desde sus inicios, y es la propia directora quién lleva a divulgarlo incluso en la prensa escrita de la época. Vid. al respecto: M. T. Junquera: "Florence Nightingale y su gran obra. La Historia de la Enfermera". El Diario Montañés, jueves 24 de octubre, 1929, p. 15. Número especial dedicado a la Casa de Salud Valdecilla.
4. Pollard, Eliza F. Florence Nightingale. La amiga del soldado herido. Bilbao: Colegio de Enfermería y Academia de Ciencias de Enfermería de Bizkaia; 2010. Edición numerada de mil ejemplares con motivo del Centenario de la muerte de Florence Nightingale.
5. La Exposición se encuentra ubicada en el Edificio de la Biblioteca Central (UPV/EHU), en el Museo Vasco de Historia de la Medicina, en el Campus de Leioa (Bizkaia).
6. Por citar alguno, el artículo escrito por la periodista Fátima Uríbarri que lleva por título: "Dos heroínas centenarias" dedicado a Florence Nightingale e Irena Sendler, ambas enfermeras. Publicado por el semanario Época, del domingo 18 de julio de 2010, pp. 44-47.
7. Algunas posiciones críticas con su persona parten de autores como Strachey en 1918, F. B. Smith en 1982, o los de Small en 1998, se le ha llamado "manipuladora y hambrienta de poder" de manera injusta, o más recientemente las apreciaciones de su supuesto estado mental (maníaco-depresivo) por parte de un médico psiquiatra americano para menoscabar su enorme figura. Puede consultarse al respecto, en Marriner Tomey A. y Raile Alligood M. (eds): Modelos y teorías en enfermería. 6.ª ed. Madrid: Elsevier, 2007; Cap. 6, p. 73.