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Muchas personas tatúan su cuerpo y contemplan, así, la representación viva del significado de sus vivencias mediante la expresión de sus sentimientos en su piel, o que sean representativos de las temáticas o causas que se les otorguen. Los tatuajes están cargados de simbologías, significados, de subjetividad. Quienes comparten estas prácticas culturales comunican y objetivan en su cuerpo diversos mensajes. Una figura en la piel de la persona, impacta, actúa beneficiosamente por un estado de belleza que esa persona logra concebir, sin influencias orgánicas, salvo que se generen reacciones físicas negativas o enfermedades, tras la intervención [seguir leyendo].

Bibliografía

1. Schitman D, Prigogine I, Morin E, Von Foerster H, Von Glasersfeld E, Fox Keller E, et al. op cit. p.67-85.  
2. Ibid. 18-72.
3. Najmanovich D. Pensar la Subjetividad: Complejidad, vínculos y emergencia. Utopía y Práxis Latinoamericana: Filosofía Iberoamericana y Teoría Social [Internet]. Sep. 2001 [citado 15 Jun 2015]; 6 (14):106-111. Disponible en: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=27901409
4. Sastre Cifuentes A. Cuerpos que narran: La práctica del tatuaje y el proceso de subjetivación. Diversitas: Perspectivas en psicología [Internet]. Enero-Junio 2011 [citado 7 May 2015]; 7 (1):179-191. Disponible en https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=67922583013
5. Najmanovich D. Op. cit. p. 33.
6. Guerrero L. Psicología. 19na ed. Buenos Aires: Losada, S.A; 1963. p 69.

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