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RESUMEN

Justificación: Habitualmente un joven está sano y no requiere apenas atención sanitaria, por lo que suelen pasar desapercibidos los derechos que tiene como estudiante universitario. Este cuando alcanza los 25 años, deja de ser �beneficiario� de la prestación sanitaria familiar y se puede quedar desamparado ante un eventual problema de salud. Sin embargo, en la matrícula universitaria aparece especificado el concepto del Seguro Escolar. ¿Qué prestaciones cubre este seguro? ¿Cómo poner en práctica en caso de necesidad la cobertura que le es propia? ¿Da, finalmente, derecho a la tarjeta sanitaria?
En esta comunicación se describe un supuesto práctico real de una estudiante con 25 años que tuvo una infección de garganta y al acudir a un Centro de Salud, le negaron la asistencia por no tener derecho a ella, pese a contar con el Seguro Escolar mencionado.
Objetivos: Mostrar las dificultades que tiene un estudiante para el acceso a la asistencia sanitaria.
Metodología: Revisión legislativa, consultas: el INSS, tesorería de la Seguridad Social, Universidad, Diputación General de Aragón, Centro de Salud próximo.
Resultados: Solo hay acuerdo claro en lo que son prestaciones urgentes como accidente, parto, pérdida de conciencia, corte en prácticas clínicas... Pero no está tan claro que otras prestaciones son cubiertas por el Seguro Escolar, ni la duración de la prestación, ni si se puede viajar, lo cual supone un área de indefinición que debería aclararse, máxime cuando muchos de estos estudiantes son nacionales de la Unión Europea o de terceros Estados.
Conclusión: Puede ponerse en peligro la asistencia sanitaria universal de un estudiante e incluso producirse obstáculos a la libre circulación de personales dentro de la Unión Europea.

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