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RESUMEN

Introducción: El cáncer de cuello uterino es una prioridad de salud pública y es altamente prevenible. Hay cuatro componentes básicos del control del cáncer de cuello uterino: la prevención primaria, la detección precoz (programas de cribado y diagnóstico precoz), el diagnóstico y tratamiento así como los cuidados paliativos. En este trabajo nos centraremos en los dos primeros con el objetivo de conocer las herramientas que tenemos desde atención primaria para el control del cáncer de cuello uterino.
Metodología: Para ello se ha realizado una revisión bibliográfica en las bases de datos Cochrane y Medline. De todos los artículos encontrados se han leído y analizado 12 artículos científicos.
Resultados: Como herramientas para la prevención se proponen el uso sistemático y correcto de preservativo masculino y femenino, una correcta educación sanitaria y el uso de vacunas, que deben de ser administradas en 3 dosis antes de las relaciones sexuales preferiblemente. Existen también evidencias de que la circuncisión masculina reduce las probabilidades de infección. El cribado de cáncer de cuello uterino es una intervención de salud pública que se realiza en una población asintomática cuyo objetivo es prevenir la incidencia y mortalidad por cáncer invasivo mediante la detección precoz de las lesiones precancerosas. Para el cribado se pueden utilizar diferentes pruebas: citología, pruebas de detección del VPH y métodos de inspección visual. Para prevenir el desarrollo de cáncer es preciso realizar el seguimiento, el diagnóstico y el tratamiento de todas aquellas mujeres a las que se les detecta una anomalía en el cribado.
Discusión: El acceso de la mujer a una educación sanitaria de calidad, a la vacunación, el cribado y el tratamiento son esenciales para asegurar el éxito de un programa de prevención de cuello uterino y por tanto disminuir la incidencia de cáncer de cérvix.

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