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RESUMEN

Introducción: Pocos asuntos en el campo de la salud pública han tenido en los últimos años tanta repercusión en los medios de comunicación científicos como la epidemia de la obesidad. La Organización Mundial de la Salud declara que, más de 1000 millones de personas de todo el mundo padecen sobrepeso y de estos, al menos 300 millones son obesos. Si bien al inicio de la década de los ochenta este incremento en la prevalencia de la obesidad era observado exclusivamente en los países económicamente desarrollados, a medida que se va disponiendo de información en países con menor nivel de desarrollo, se comprueba que la epidemia de obesidad es un fenómeno universal. Aunque existen importantes diferencias en el aumento de la prevalencia de obesidad entre unos grupos de población y otros, siendo bien conocido el mayor incremento en los individuos con un menor nivel socioeconómico o en edades medias de la vida, la obesidad afecta a todos los grupos sociodemográficos. La prevalencia global de pre obesidad según la OMS en 1989 fue de 32.8% las mujeres tienen mayor prevalencia de sobrepeso, alcanzando el 38.1%. En los hombres el sobre peso es de 27.3%, la prevalencia fue mayor en zonas urbanas que en las rurales, diferencia que fue menor en las mujeres. En América Latina, la publicación a fines de 1994 de los datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de los Estados Unidos, los resultados no fueron alentadores existiendo un aumento del 8% de la prevalencia de la obesidad a pesar de que las expectativas estaban puestas en una disminución del porcentaje global. Dicho fenómeno motivó a que se le denominará "epidemia", constituyendo así el primer caso de enfermedad crónica no trasmisible. La Encuesta Nacional de Salud y Nutrición del 2006, realizada por el Instituto de Salud Pública, reveló cifras alarmantes: no sólo como el primer país con obesidad sino va en aumento, en 1993 se reportaron 21.5% de obesos en México, para el 2000 la cifra ya era de 24% y para el 2006 se reportaron 30% de la población total.
Objetivo: Determinar los Factores socioculturales que influyen en el patrón de vida del adulto maduro con obesidad.
Metodología: Es un estudio de tipo descriptivo, transversal se desarrolló en la ciudad de Pachuca Hidalgo, en el Hospital General "B" I.S.S.S.T.E. Del 1 de julio del 2009 al 30 de octubre 2010. Sustentado bajo el referente teórico de la teoría del Déficit de Autocuidado de Dorothea Orem: Factores condicionantes básicos. El universo de estudio estuvo constituido por 100 pacientes adultos maduros con obesidad tipo I y tipo II, entre 40 y 59 años de edad del grupo de ayuda mutua, obteniéndose una muestra de 30 pacientes, a través del programa Epidat programa para análisis epidemiológico, de datos tabulados versión 3.1, 2005. Esperando una r de spearman de 0.8 con una 95% de confianza y un 90% de poder. Para la recolección de los datos se utilizó el instrumento "Factores Socioculturales que influyen en el patrón de vida del adulto maduro con obesidad", el cual fue elaborado ex profeso Jiménez-Sánchez RC y Landeros-Pérez ME (2009), y está integrado de tres apartados: 1). Datos Generales: Edad, género, estado civil, escolaridad, ocupación, ingresos económicos. 2). Factores socioculturales que modifican el patrón de vida: sustentado en la Teoría del Déficit de Autocuidado de Dorothea E. Orem, mide el nivel sociocultural e identifica aquellos factores que influyen en el patrón de vida del adulto maduro con obesidad. 3). Patrón de vida: El nivel de confiabilidad fue de 0.82, evaluado con el índice de Kappa cohen.
Resultados: Características generales de la población de estudio: La edad promedio fue de 50.7 + 6.1 años, (con un rango de 41 a 50 años); el 100% eran mujeres, 86% católicos, 26% con preparatoria, 73.3% casadas, 46.7% empleados. Factores socioculturales: En la dimensión de Factores socioculturales las que más influyen en el sobrepeso y la obesidad son: Experiencias Vitales, 86.7 % se sienten nerviosos o en tensión y un 20% no tienen miedo al rechazo. Costumbres y tradiciones, el 93.3% de los sujetos de estudios consumen en eventos especiales alimentos como: carne asada, pescado, frutas y verduras, agua natural o de frutas, seguido de un 73.3% que consume alimentos con alto contenido en grasa e hidratos de carbono y un 26.7% toma refresco normalmente, solo el 13.3% consume comida rápida de manera cotidiana. Prácticas curativas o ritos, 86.7% practica otras actividades aparte de las sugeridas por el profesional de salud para bajar de peso, el 46.7% ha acudido con otras personas para que le ayuden a bajar de peso y han utilizado plantas medicinales o medicina alternativa para bajar de peso, un 26.7% ha utilizado remedios caseros para bajar de peso. Patrón de Vida: Actividad física, el 93.3% no realiza con regularidad actividad física extenuante o alguna labor física pesada, 73% no le dedica tiempo a alguna actividad física o deporte que le ayuden a bajar de peso. Actividad recreativa, el 80% no dedica tiempo a alguna actividad recreativa y un 26.7% lo realiza una vez a la semana. Enfermedad, el 100% padece alguna enfermedad como: hipertensión diabetes, obesidad.
Conclusión principal: En la actualidad el problema de la obesidad ha tomado gran importancia en el campo de la salud, existen diversos estudios realizados sobre factores que condicionan a padecer obesidad, la mayoría de estos están orientados hacia la alimentación y el ejercicio, dejando a un lado los aspectos socioculturales: Experiencias laborales, experiencias vitales, costumbres y tradiciones, prácticas curativas o ritos, que cada individuo tiene y que afectan a la capacidad de autocuidado para mantener conductas saludables. Es importante resaltar la función sustancial que el profesional de enfermería tiene y retomar lo establecido en la Asamblea Mundial de la Salud en donde se decidió que la principal meta social de los Gobiernos y de la OMS en los próximos decenios debía consistir en alcanzar para todos los ciudadanos del mundo en el año 2000 un grado de salud que les permitiera llevar una vida social y económicamente productiva, es decir la meta comúnmente denominada "salud para todos en el año 2000". Bajo este compromiso y la identificación de factores de riesgo del sobre peso y la obesidad, el profesional de enfermería deberá implementar intervenciones educativas como parte del primer nivel de atención a fin de coadyuvar al cumplimiento de los programas de salud y los niveles de vida de calidad del individuo.

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