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		EDITORIAL
		Nosotros y nosotras decidimos José Luis Bimbela Pedrola Doctor en Psicología, Universidad de Barcelona. Profesor en la Escuela Andaluza de Salud Pública, Granada, España Archivos de la Memoria 2018; Vol. 15
Cómo citar este documento
Bimbela Pedrola, José Luis. Nosotros y nosotras decidimos. Arch Memoria [en línea]. 2018; Vol. 15. Disponible en <https://www.index-f.com/memoria/15/15001.php> Consultado el

Hi ha gitanos i jueus, i valencians i portuguesos,
andalusos i algerins, i mallorquins i aragonesos.
I les Rambles que estan plenes de fecunda humanitat,
oasi de tolerància impossible d'amagar.

Hay gitanos y judíos, y valencianos y portugueses,
andaluces y argelinos, y mallorquines y aragoneses.
Y las Ramblas que están llenas de fecunda humanidad,
oasis de tolerancia imposible de esconder.

Xavier Patricio Pérez (Gato Pérez)¹

Por cuestiones lingüísticas, estéticas y éticas; e inspirándome en una original propuesta de Eneko Landaburu,² escribo algunos apartados en masculino y otros en femenino. Salvo en el título, en el quiero enfatizar la presencia de todas y todos. Además, para ser coherente con mis propias sugerencias,³ he sintetizado una publicación prevista de 120 páginas, en una editorial de 1.500 palabras. Por otro lado, he sustituido el limitante y etiquetador "ser" por el más operativo y motivador "ejercer". Y, en lugar de una dicotomía restrictiva (espectadoras / artistas; ciudadanos / dirigentes; trabajadoras / empresarias; familiares / amigos; enfermeras / sanadoras; alumnos / educadores) propongo un continuo sumatorio y creativo. Y formulo un ruego: léanlo, por favor, en voz alta y con un ritmo pausado. Gracias.

Del empoderamiento individual⁴ imprescindible para provocar cambios honestos, al empoderamiento plural, que ahora planteo, necesario para hacer sostenibles esos cambios. Sumando "yoes" individuales, autónomos y libres que garanticen un nosotros potente, sano y feliz; un nosotros vacunado frente a la homogeneización, la masificación y la tiranía del grupo (familiar, tribal, social, laboral). Un nosotros potenciador de la participación y del protagonismo real y voluntario de cada uno de sus individuos. Un nosotros que decida entusiasmarse con (y a favor de) otros. Para crecer juntos y construir (sumando esfuerzos, ilusiones y sueños) un mundo más solidario y saludable. Donde la discrepancia no penalice y la diversidad (física, funcional, estética, lingüística, espiritual, etc.) enriquezca. Donde el bienestar mutuo sea compatible y armónico. Porque... "lo imposible no es una utopía".⁵

Decidimos ejercer de espectadoras y de artistas
"Todos nacemos artistas"
(Pablo Ruiz Picasso)

¿Por qué nos puede interesar, ahora, recordar que Séneca nos propuso ejercer como artesanas de nuestra existencia? ¿Y si, atrevidas, ampliamos la liberadora propuesta de Gonzalo Pontón para promover la extinción de las escritoras profesionales, y la hacemos extensiva, aquí y ahora, al resto de las artes? ¿Y si escribieran, pintaran, filmaran, cantaran, compusieran y crearan solamente aquellas personas que tuvieran algo que decir? ¿Quizás algo que comunicar? ¿Algo que salvar o sanar? ¿Por qué no convertir nuestra vida en nuestra gran obra de arte (con banda sonora incluida)? El arte cura a quien lo crea y, a veces, también a quien lo recibe. Si no cumple alguna de estas dos curaciones, no es arte ¡Qué atinado, por tanto, hablar del arte de preguntar y escuchar; del arte de empatizar y reforzar! Cuando nos relacionamos con otras personas, podemos ejercer de artistas (por lo bello, lo irrepetible, lo único) y de artesanas (por lo útil y lo estandarizado, protocolos incluidos).

Decidimos ejercer de ciudadanos y de dirigentes
"Mi patria no es el mundo;
mi patria no es Europa;
mi patria es de un almendro
la dulce, fresca, inolvidable sombra"
(Nicolás Estébanez Murphy)

¿Humanismo frente a individualismo y frente a colectivismo? ¿Humanismo frente a capitalismo y a comunismo? ¿Es posible una ciudadanía solidaria, que aprenda a gestionar saludablemente la infra humanidad que lleva dentro? ¿Cabe reforzar los ritos que enmarcan y controlan, que reducen daños y previenen efectos indeseables? ¿Y si escuchamos atentamente a Juan Carlos Monedero⁶ cuando afirma que "la cooperación es el comportamiento natural"? ¿Tenemos claro que empoderarnos implica responsabilizarnos? ¿Es posible ese "capitalismo ético", ese "capitalismo responsable" que aparece en las páginas salmón de los periódicos? ¿Es deseable? ¿Y si mientras reflexionamos sobre ello intentamos reeducar a los "hooligans" de la política y las finanzas? De entrada, ni una mentira más, ni un insulto más (tampoco en los Parlamentos). Empecemos por nosotros mismos. Sugerir y proponer, mejor que exigir y reclamar. Y hagamos una profunda y sincera autocrítica previa. Individual y colectiva.

Decidimos ejercer de trabajadoras y de empresarias
"La felicidad deriva del trabajo bien hecho"
(Zygmunt Bauman)

¿Por qué es tan difícil que nos hagan unas buenas tostadas, o un buen café? ¿Por qué los sindicatos no reivindican trabajos creativos y apasionantes? ¿Por qué un número creciente de periodistas busca, potencia y se regodea en lo más doloroso, polémico y negativo? ¿Por qué, en vez de copiar y aprender de las mejores, nos dedicamos a criticarlas y a menoscabar sus logros? ¿Por qué no ponemos de moda el borgiano "Fair mindedness" que propicia la humildad para no imponer, y sí para escuchar, empatizar, respetar y evitar los fanatismos? ¿Aún no hemos descubierto que los derechos humanos son rentables, para todos, y desde todos los puntos de vista (incluyendo el económico)? ¿Por qué nos cuesta tanto entender que comprar barato en el primer mundo, provoca sufrimiento en el tercer mundo? Podemos decidir recordarnos, en voz alta y las veces que haga falta, que "las ocupaciones felices, son aquellas que nos apasionan y nos ayudan a realizar una misión, a desarrollar un don, una vocación".⁷

Decidimos ejercer de familiares y de amigos
"Érase una vez un padre que, al morir, no dejó nada a su hijo para que éste heredara toda su libertad"
(Fernando Trías de Bes)

¿Por qué hay familias que anteponen su "honor" al esclarecimiento de abusos a menores? ¿Por qué sufrimos la maternidad y la paternidad en vez de gozarla cada minuto? ¿Por qué pensamos aún que, si nos angustiamos más, es porque amamos más? ¿A quién? ¿Para qué? ¿Por qué tantos amigos nos piden dedicación exclusiva? ¿Por qué a Nelson Mandela le costó tanto culminar la revolución en su propia familia? ¿Por qué nos cuesta tanto evitar la trampa del tóxico "pero"? ¿Preferimos hijos súbditos o hijos emancipados? ¿Por qué la conspiración del silencio, de los silencios, está tan extendida, alrededor de la muerte y también de la vida? ¿Conseguiremos usar de forma saludable las redes sociales, a favor de todos y en contra de nadie? Decidamos, por fin, ejercer y entrenar ese papel que nos propuso Goleman:⁸ abogado del ángel; reconociendo logros, intentos y cambios en nuestro entorno doméstico (hijos, padres y madres, hermanos, pareja, amigos).

Decidimos ejercer de enfermas y de sanadoras
"Estar sano implica poder ser explotado; le enfermedad impone otro ritmo"
(Santiago García-Petit)

¿Por qué un buen número de enfermas y de sanadoras no han leído aún el libro "Hijos de la noche"?⁹ ¿Por qué cuando la Organización Mundial de la Salud nos alerta de las consecuencias del consumo de carne roja o de azúcar, sacamos a pasear a nuestro "Atapuerca interior" y vociferamos en medios de comunicación y redes sociales? ¿Por qué hacemos esperar a las demás personas cuando tenemos buenas noticias que darles? ¿Por qué algunas profesionales de la salud siguen pensando en enfermedades y no en personas? ¿Y si acompañamos a la persona enferma para que pueda convertirse en narradora, y pueda crear un relato de su propia enfermedad que le ayude a sanar el alma? Actuemos coherentemente con lo que ya sabemos: el dolor es inevitable, el sufrimiento (propio y ajeno) es opcional. Empecemos, también, a utilizar con una frecuencia creciente el término "actiente" (contracción de "acción" y de "paciente") para ayudarnos a que el dicho empoderador se convierta en hecho modificador.

Decidimos ejercer de alumnos y de educadores
"Nunca enseño a mis estudiantes, sólo intento proporcionarles las condiciones para que ellos puedan aprender"
(Albert Einstein)

¿Por qué, contra lo que sugería Voltaire, en vez de avivar el fuego de los jóvenes, intentamos apagarlo? ¿Por qué en las familias y en las escuelas, cercenamos la creatividad y la capacidad de asombro de todos? ¿Por qué utilizamos aún con tanta frecuencia el verbo enseñar en el que el sujeto es el educador, y con tan poca frecuencia el verbo aprender en el que el sujeto es el alumno? ¿Y si revitalizamos nuestro objetivo irrenunciable como educadores: facilitar aprendizajes? ¿Es ético no contagiar entusiasmo cuando ejercemos de educadores (formales o informales)? ¿Cuándo dejaremos de cometer errores tan graves como pretender que, en una multitudinaria sesión en un salón de actos de un hospital, alguien aprenda a usar correctamente el traje anti ébola? Reconozcamos como se merece a María Montessori (y apliquemos sus propuestas), en lugar de intentar descubrir cada año un "nuevo mundo educativo" bajo la socorrida y reiterativa etiqueta de "innovadoras iniciativas docentes".
 

Agradecimientos

A Gato Pérez, músico. Lúcido y cosmopolita. Sabio.
A María Montessori, pedagoga. Radical y luchadora. Sabia.
 

Bibliografía

1. Pérez XP. Rumba dels 60. Romesco. Picap: Barcelona, 2007.
2. Landaburu E. "¡Cuídate compa! Manual para la autogestión de la salud". Txalaparta: Tafalla, 2000.
3. Bimbela Pedrola, JL. Salud Pública, 2020. Arch Memoria [en línea]. 2017; (14 fasc. 1) [Consultado en 14.10.2017]. Disponible en: https://www.index-f.com/memoria/14/14100.php.
4. Bimbela Pedrola, JL. Yo decido. La tecnología con alma. Desclée: Bilbao, 2014.
5. Garcés M. Fuera de clase. Textos de filosofía de guerrilla. Galaxia Gutenberg: Barcelona, 2016.
6. Monedero JC. Curso urgente de política para gente decente. Seix Barral: Barcelona, 2013.
7. Samsó. R. Dinero feliz. Obelisco: Barcelona, 2013.
8. Goleman D.; Boyatzis R; McKee, A. El líder resonante crea más. Debolsillo: Barcelona, 2003.
9. López-Petit S. Hijos de la noche. Edicions Bellaterra: Barcelona, 2014.