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BIBLIOTECA LASCASAS ISSN 1885-2238

 

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Gestión del conocimiento: reto y compromiso de los profesionales de enfermería
Dra. María Guadalupe Moreno Monsiváis
Facultad de Enfermería. Universidad Autónoma de Nuevo León. Nuevo León (México)

 

Biblioteca Lascasas [Bibl Lascasas] 2012; 8 (2)

 

 

 

 

 

Cómo citar este documento

 

 

Moreno Monsiváis, María Guadalupe. Gestión del conocimiento: reto y compromiso de los profesionales de enfermería. Biblioteca Lascasas, 2012; 8(2). Disponible en <https://www.index-f.com/lascasas/documentos/lc0647.php> Consultado el 12 de Octubre del 2024

 

 

 

 

 Ref.

 

lc0647

País

 

México

Idioma

 

Español

Fecha de producción

 

2012

Productor

 

La autora

Proveedor

 

Guadalupe Moreno Monsiváis

Fecha de inclusión en la Biblioteca Lascasas

 

28-05-2012

 

 

 

 

 

La calidad del cuidado de enfermería es un compromiso de todos los profesionales de enfermería. Lograrlo requiere de la adecuada gestión de múltiples recursos, pero sin duda uno de los primordiales, sobretodo en la era actual denominada "de la información"1 es la gestión del conocimiento. Sin embargo, esto sigue siendo un reto para algunas organizaciones de salud, a pesar de actualmente se tiene un mayor acceso a la tecnología y con esto la factibilidad de intercambiar, almacenar y recuperar la información, no han logrado transitar a la gestión de la información y del conocimiento como herramientas administrativas para mejorar la calidad del cuidado.

El conocimiento es la fuente primordial del desarrollo organizacional, es un recurso intangible en las organizaciones que contribuye a mejorar el proceso de toma de decisiones clínicas en los profesionales de la salud con impacto positivo en la calidad y seguridad de la atención que se proporciona a los usuarios. Autores como Díaz, Contreras y Rivero2 señalan que el conocimiento debidamente gestionado, proporciona ventajas competitivas debido a que aumenta los recursos de valor en la organización mediante el uso más eficiente del conocimiento intelectual.

La gestión del conocimiento consiste en la creación de un entorno que facilite la conversión de información en conocimiento y al mismo tiempo de este conocimiento en nueva información como medio de transmisión del conocimiento a todos los miembros de la organización. A través de este proceso de gestión, se facilitan y movilizan todos aquellos recursos y actividades relacionadas con el conocimiento como son su creación, transformación y aplicación en la práctica clínica a través de planificar, operar, dirigir y controlar los procesos, así como los programas específicos que se requieran para la gestión efectiva del capital intelectual.1

El proceso de gestión del conocimiento no es una tarea fácil, esto debido a que requiere de una sinergia entre tres elementos fundamentales. De acuerdo a Macías -Chapula3 existen tres elementos involucrados en la gestión de la información y el conocimiento, éstos son la fuente de información, las características del usuario y el canal de comunicación. La fuente de información se refiere a los insumos de información científica con los que cuenta la organización (bases de datos, acceso a internet, intranet, redes y comunidades virtuales, etc.). Es importante analizar su accesibilidad, facilidad de uso, flexibilidad, costo, calidad, credibilidad y confiabilidad e idioma en que se encuentra publicada la literatura científica.

Las características del usuario incluyen el nivel de preparación del recurso humano en el manejo de fuentes de información, necesidades reales y potenciales de información y familiaridad con los sistemas de información. Se requiere valorar la capacidad de la persona para acceder a la información, familiaridad con el idioma de publicación de la fuente, el tiempo con el que se cuenta para acceder a la información, recuperarla y utilizarla, y por último su nivel de satisfacción como el valor añadido a la información. Finalmente, el canal de comunicación corresponde a los factores que unen la fuente de información con el usuario, algunos ejemplos son: teléfono, Internet, Intranet, centro de información y políticas de información al interior de la organización. Se pueden utilizar Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación (NTIC), así como desarrollar programas de promoción y difusión de la información. Se debe valorar si el canal de comunicación es eficiente y contribuye a favorecer el intercambio de información y de conocimiento.

Del análisis y sinergia de estos tres elementos depende el éxito o fracaso de un proceso de gestión del conocimiento. No basta con la introducción de nuevas tecnologías, o el contar con la evidencia científica para tomar decisiones clínicas eficientes si el usuario, en este caso el personal de enfermería, no cuenta con las competencias adecuadas para su uso. El que las organizaciones de salud cuenten con recursos tecnológicos no es garantía de que el equipo de salud utilice estos medios para la gestión del conocimiento. Es importante reconocer que en este proceso de gestión el verdadero valor se atribuye a las personas, es decir al capital intelectual, apoyadas por supuesto, por el uso de las tecnologías de la información y las comunicaciones que hacen posible la automatización de los procesos humanos, pero donde la persona y su capital son quienes más aportan al proceso y son los que lo hacen posible.

Como puede apreciarse, el desarrollo del capital intelectual es un elemento fundamental para un adecuado proceso de gestión del conocimiento, la inversión en su formación fomenta el desarrollo de mejoras en las instituciones sanitarias, que a su vez repercuten en la calidad de la atención a los usuarios.4 En este sentido, el desarrollo del capital intelectual de enfermería se considera relevante para garantizar los mejores resultados en el paciente y a nivel organizacional, sobre todo si consideramos que enfermería representa un componente prioritario de la fuerza laboral en salud. El desarrollo de sus conocimientos, habilidades y experiencia contribuye a garantizar una práctica profesional en un marco de calidad y seguridad, aspectos fundamentales de una buena práctica reflejada en los resultados positivos en la salud de los pacientes.5

El reto principal, es que todas las organizaciones de salud desarrollen estrategias que les permitan transitar a una gestión del conocimiento, para esto se recomienda que cada organización analice cuidadosamente los tres elementos involucrados en la gestión del conocimiento e identifique las áreas de oportunidad; posteriormente, a través de un proceso de planeación estratégica, establezcan un plan de acción que les permita a corto o mediano plazo que las estructuras y procesos organizacionales estén preparados para desarrollar sus actividades basadas en el conocimiento. Las instituciones deben ser capaces de convertir las organizaciones en ambientes de aprendizaje; es decir, producir conocimiento, distribuirlo y transferirlo a la práctica clínica para realmente decir que se está gestionando efectivamente el conocimiento y que éste es la base de la atención a la salud.

Independientemente del rol que desempeñemos como profesionales de enfermería, el compromiso de desarrollar el capital intelectual y contribuir a la gestión del conocimiento es de cada uno de nosotros. Los invito a reflexionar cuál ha sido hasta ahora nuestro aporte en la producción, distribución y transferencia de conocimiento en la organización en la que nos desempeñamos; así mismo, los exhorto a redoblar esfuerzos y contribuir a transformar la práctica profesional de enfermería a un ejercicio profesional basado en el conocimiento.

Bibliografía:
1. Drucker J. F. (2008). The Age of Discontinuity. Guideline to Our Changing Society. Piscataway, NJ: Harper & Row.
2. Díaz, P. M., Contreras Y. & Rivero A. (2009). El factor humano como elemento dinamizador del proceso empresarial en la gestión de información y conocimiento. ACIMED. 20(5): 42-55.
3. Macías-Chapula CA. (2009). La gestión del conocimiento en el área de la salud. Revista de Evidencia e Investigación Clínica. 2(1): 31-35.
4. Covell, C. (2008). The middle-range theory of nursing intellectual capital. Journal of Advanced Nursing. 63 (1): 94-103.
5. Mc Gillis Hall, H., Doran, D. & Pink g. (2004). Nurse staffing models, nursing hours, and patient safety outcomes. Journal of Nursing Administration. 34(1): 41-45

 

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