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BIBLIOTECA DE ACTUALIDAD COMENTADA

Visibilizar el cuidado

Cuidado de Enfermería. Reflexiones entre dos orillas
VR. Waldow, et al.
Fundación Index
Granada, 2014; 228 págs.

Autora del comentario: Paloma Calero Marín de Villodres

Index de Enfermería [Index Enferm] 2017; 26(1-2): 123-124

Los cuidados invisibles son los que verdaderamente nos identifican como enfermeras, dignifican nuestro trabajo y sobretodo benefician al paciente en toda su esfera biopsicosocial. Empezar por una conclusión y no por una introducción al uso sirve para comprender la importancia de este libro. Se divide en nueve capítulos donde diferentes autoras de Perú, Chile y España relatan sus experiencias en el cuidado, iguales en esencia pero con trayectorias, orígenes, influencias y circunstancias muy diferentes, las escritoras presentan un denominador común, el intento de seducción del lector hacia la reflexión.
    Son estudios y reflexiones de la realidad en relación al cuidado de la salud de las personas, situaciones que transcienden más allá de las características culturales y hechos que forman parte de nuestra praxis diaria como enfermeras. Se trata de darle sentido a nuestro quehacer diario, de darle una identidad rescatando la esencia del cuidar y dejando a un lado la tecnificación de nuestro ejercicio profesional para abrir una puerta a la humanización, donde el paciente y todo lo que le rodea conforman un todo fundamental en el ejercicio del cuidado integral, como explica Waldow en uno de los capítulos. Este libro nos recuerda que nuestro trabajo se ejerce sobre personas, sus demandas y necesidades, y no sobre objetos inanimados; donde un gesto o una escucha activa dan un verdadero sentido al cuidado, ya que como dice en la presentación "permite al ser tornarse humano", no se es un simple número o enfermedad en nuestro mapa de camas.
    La verdadera identidad de la enfermera es el cuidado y desde que se tiene conciencia de ello se ha ido desarrollando en busca de la autonomía profesional, por lo que nace el pensamiento enfermero, uno de los principales avances en nuestra profesión. Además nos exponen varias líneas de reflexión sobre cómo la acción cuidadora nos dignifica como humanos, cómo la importancia del cuidado es imprescindible en nuestras vidas, aumenta la confianza y seguridad de los pacientes y sus familiares en todo el equipo de profesionales, disminuyendo la ansiedad, el temor y favoreciendo una óptima y temprana recuperación.
    Por otro lado, la falta de valor para luchar en ocasiones sobre la burocratización y la gestión del sistema afecta al reconocimiento que la sociedad tiene de nosotros, nos centramos en valoraciones iniciales, diagnósticos, NIC, NOC, cuestionarios, etc., que son beneficiosos en nuestro trabajo, ya que si lo hiciéramos de forma correcta favoreceríamos el bienestar íntegro del paciente. Pero como en todo, los procesos están estandarizados, la falta de tiempo, los objetivos, las productividades, priman sobre una atención directa a nuestros pacientes. La globalización vs el cuidado invisible es uno de los temas que suscitan más interés.
    Es curioso cómo en el séptimo capítulo se relaciona la música con el arte de cuidar, relacionándola con los NIC y los diagnósticos de la NANDA. Además se desarrolla el concepto de la cadena de cuidados como consecuencia de la incorporación de la mujer dadora principal de cuidado a su familiar al mundo laboral, hecho que tan en auge está actualmente y que en ocasiones obviamos centrándonos en familiares directos y olvidando a los "indirectos".
    Otro de los apartados nos habla del "Tacto pedagógico", definiendo el tacto como una disciplina delicada que domina nuestra praxis. Los cuidados de calidad y la humanización de los cuidados caminan de la mano, amparándose mutuamente. Todas las autoras de este escrito son herederas de las diversas escuelas de los cuidados ecológicos, desde Nightingale hasta la actualidad, Henderson, Orem, Peplau, etc., y por supuesto Waldow, conforman lo que ellas mismas denominan los cuidados invisibles, "escuchar el eco de nuestras voces y construir un lenguaje de compañía".
    Estamos en un momento crítico donde las famosas mareas blancas vuelven a renacer en nuestra historia para luchar por los valores del cuidado. La Enfermería es una profesión comprometida, responsable, inquieta, activa, humana y dinámica capaz de adaptarse a las exigencias de nuestro tiempo para no quedarse a la cola, sin perder nuestra esencia por la que tanto se ha luchado. Me uno a la frase de Concha Germán que en uno de sus libros afirma: "En la vida, las dificultades que hay que superar son, a la vez, un reto en la vida" y añado, "y la Enfermería siempre ha tenido capacidad para superarlas".

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