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Un sistema de clasificación de pacientes independiente del diagnóstico

José Manuel Sierra Quesada1, Mónica Yolanda Martín Agudo2
1 Enfermero, Hospital Universitario San Cecilio, Granada, España
2 Enfermera, Asesora Técnica en salud de la Delegación Provincial de Salud, Granada, España

Dirección para correspondencia: José Manuel Sierra Quesada. Carretera de Granada, núm. 12, 18240 Pinos Puente, Granada, España

Index de Enfermería [Index Enferm] 2006; 54: 69-70

 

 

 

 

 

 

 

Cómo citar este documento

 

 

Sierra Quesada JM, Martín Agudo MY. Un sistema de calificación de pacientes independiente del diagnóstico. Index de Enfermería [Index Enferm] (edición digital) 2006 54. Disponible en <https://www.index-f.com/index-enfermeria/54/6970.php> Consultado el

 

 

Sr. Director: Se viene desarrollando una política de ahorro de personal en nuestras instituciones sanitarias, que afecta sobre todo al personal de enfermería y a celadores. Con frecuencia se intentan homogeneizar las plantillas de todas las salas y a menudo la dotación de personal es la misma en una unidad quirúrgica, médica o psiquiátrica. Los supervisores de Enfermería a diario vienen con la noticia de tener que dejar una persona menos en un turno porque no se cubre la baja de algún compañero, o porque se deben días al personal, sin plantearse qué cuidados deberán omitirse durante la restricción de personal o qué derechos laborales nos vamos a saltar. En su manera de actuar, entiendo que cumplen órdenes de órganos superiores de la institución pero no estaría de mal en pro de unos cuidados de calidad en las unidades se hiciera una defensa documentada de por qué  es necesario un número de enfermeros y de auxiliares de enfermería en la unidad y no es posible reducirlos por las consecuencias que ello tiene.
     Actualmente, nos encontramos inmersos en lo que se ha denominado como segunda transición demográfica en Andalucía, que presenta tres elementos destacables: el aumento de la esperanza de vida, la disminución de la fecundidad y el envejecimiento de la población.
1 En nuestros hospitales de agudos, cada vez más asistimos a pacientes mayores con múltiples problemas de salud y que cuentan con pocos apoyos familiares. Nuestros usuarios demandan los avances científicos y técnicos, sin que se discrimine la edad ni estado general, con el convencimiento de que esto les va a salvar de su dolencia, y se hará el milagro de curarles, sin saber, claro está, que los aparatos y técnicas son muy útiles pero no hacen milagros. Los últimos años de nuestros mayores se convierten en un continuo proceso de ingresos y altas en centros hospitalarios. En los primeros ingresos, estos pacientes son ingresados en las distintas especialidades médicas, pero a medida que su historia clínica aumenta, su asistencia se deriva al servicio de Medicina Interna, en donde se nos presenta un paciente de edad avanzada que acumula distintos problemas médicos que en su día fueron tratados en otros servicios, pero que dado el estado general y la múltiple patología que arrastra es candidato a ingresar en este servicio.
     Haciendo una reflexión, si nos detenemos en la orden de ingreso del paciente, el diagnóstico médico que originó su ingreso se puede corresponder con el de pacientes que están ingresados en Cardiología o Neurología, pero si apartamos los papeles y miramos al enfermo, vemos que el estado general que presenta no se corresponde con los pacientes que suelen ingresar en estos servicios. Es por ello que  la plantilla de personal de enfermería no puede ser la misma pues los cuidados de un enfermo y otro, son distintos.
     Podría estar ocurriendo que los criterios que determinan el número de enfermeros y auxiliares en los distintos turnos sean el número de pacientes que hay ingresados, la realización de pruebas complementarias, el pase de visita de médicos, o los diagnósticos más prevalentes de encamación.
     Hasta ahora, el mecanismo propuesto para el análisis y el diseño de nivel sanitario, de una posible solución se llamó "sistema de clasificación de pacientes" (case mix). El concepto de este sistema es que cada paciente ingresado en una institución de salud es único, pero tiene características comunes con otros sujetos ingresados y ello es lo que  determina el nivel completo de servicios de atención que debe recibir. Los sistemas de clasificación de pacientes se pueden subdividir en aquellos dependientes del diagnóstico (entre ellos los Grupos Relacionados con el Diagnóstico o GDRs), y los que son independientes del diagnóstico: Grupos de Utilización de Recursos o el llamado Sistema RUG.
2
     Los GDR en general son más adecuados para analizar las actividades quirúrgicas y menos para las unidades médicas. Esto es aún peor en unidades como Medicina Interna, ya que no consideran las múltiples patologías, la fragilidad funcional en las actividades de la vida diaria, la polifarmacia y otros factores que influyen en la rehabilitación y recuperación integral de los ancianos enfermos o personas discapacitadas.
3
     En los años 80 la enfermería anglosajona propuso una nueva clasificación de los pacientes muy útil para la gestión de los cuidados (permite estimar plantillas y el coste, en función del consumo de recursos), además de posibilitar la comparación y definición del tipo de usuarios de los diferentes servicios
4.
     Los RUG podrán resultar de interés para describir poblaciones atendidas en distintos tipos de servicios y unidades, e incluso para establecer criterios de admisión y administración de recursos en tipos concretos de servicios. Algunos grupos de mayor complejidad generan mayores estancias, mayor carga de cuidados de enfermera o mayor utilización de pruebas diagnósticas. El RUG categoriza a los pacientes por grupos en función de dos dimensiones: la complejidad clínica y la autonomía personal, de forma que cada grupo tendría un consumo de recursos diferente.
     En algunos estudios se ha puesto de relieve, que los Tiempos de Acción Directa (TAD) que se corresponde con el tiempo empleado por los profesionales de enfermería en llevar a cabo acciones de cuidado a un paciente, aumenta a medida que lo hacen los factores de riesgo; así cuando sólo presentan un factor de riesgo, el TAD oscila en 36 minutos. Si aumentan los FR, el TAD sube a 71 minutos.
5,6
     Los sistemas basados únicamente en los diagnósticos clínicos o la edad de los pacientes intrahospitalarios son insuficientes para explicar las complejas necesidades de tratamiento y cuidados integrales, como también la distribución y el uso adecuado de los recursos humanos.
6
     El sistema de pago Resource Utilization Group (RUG), clasifica a los pacientes en grupos de isoconsumo de recursos de atención directa (tiempo de Fisioterapia, Enfermería y Auxilar de Enfermería) y asigna a cada uno de ellos una contraprestación permitiendo obtener la carga salarial por unidad de cuidados, y por tanto se pueden conocer los costes derivados de la atención, separando asistencia sanitaria de atención hostelera y de apoyo, permitiendo establecer diferencias en las necesidades de cuidados requeridos por distintos tipos de pacientes.
     Como conclusión, en las últimas  innovaciones sobre la gestión sanitaria, parece que se hace preciso hablar más de grupos de consumo de recursos que de diagnósticos médicos, pues aporta una visión más detallada del estado general  del paciente.

Bibliografía

1.Consejería de la Presidencia de la Junta de Andalucía. Decreto 137/2002 de 30 de abril, de apoyo a las familias andaluzas. BOJA nº 52 de 4 de mayo de 2002, pp. 7.127-7.134.
2.  Paulo Marín L, Homero Gac E, Trinidad Hoyl, et al . Estudio comparativo de mujeres mayores de noventa años y ancianas menores institucionalizadas. Rev. Méd. Chile, 2004; 132: 32-39.
3. Chato de los Bueys M. Modelo y metodología de Cuidados. Normas generales sobre lo sanitario. Universidad de Cantabria. Disponible en <www.unate.es> [consultado el 21-05-2004].
4. Iglesias C, Montilla A, Erkoreka I, Inda M, Testera V. Un sistema de clasificación de pacientes en psicogeriatría: Resource Utilization Groups T-18. Rev. Psiquiatría Pública, 1999; 11(3): 63-69.
5. Borrachina I, Caballer V, Vivas D. Clasificación de usuarios en centros para mayores y un modelo de financiación de acuerdo con dependencia. Rev. Gerencia y Políticas de Salud, 2002; 3:130-144.
6. Paulo Marín P, Valenzuela E, Sergio Castro H,  et al. Resultados al aplicar el sistema de clasificación de pacientes RUG en un hospital universitario. Rev. Méd Chile 1998. 126(7): 33-42.

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