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CARTAS AL DIRECTOR

El aborto, una decisión importante

Víctor Bohórquez Sánchez
Diplomado Universitario en Enfermería, Sevilla

Index de Enfermería [Index Enferm] 2000; 30; 63-64

Cómo citar este documento

Sr. Director: El aborto es la interrupción del embarazo antes de las 21 semanas¹. Constituye una alternativa para muchos jóvenes y adolescentes que no pueden enfrentarse a la crianza y educación de un hijo. Cada año aumenta el número de abortos en este sector poblacional, la cuestión obligada es por qué, las causas son las respuestas. Siempre existe la pregunta del aborto, pero pocas son las soluciones que se han visto.
     Juventud y adolescencia son dos palabras que abarcan un amplio sector de la población y que se han convertido en habituales para analizar cualquier problema social. Si ese problema, además, hace referencia a los embarazos no deseados, la preocupación se hace más evidente. Según los últimos estudios realizados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el porcentaje de abortos entre los adolescentes se incrementa de forma paulatina (Planes de actuación en relación con I.V.E. Ministerio  de Sanidad). En 1995, 1.812 jóvenes de 20 a 24 años se sometieron a la interrupción voluntaria del embarazo, lo que suponía el 13,8% del total de abortos de aquel año; en 1997, lo hicieron 2.181 jóvenes, lo que suponía el 27,8% de ese año. Hace doce años, en 1987, el porcentaje adolescente era del 12,41%, aunque el número de abortos en el ámbito nacional ha seguido en claro aumento, las franjas comprendidas entre los 25 a los 44 años se han mantenido estables, son las franjas comprendidas entre los 15 a los 24 años los que más han aumentado.
     Si a estos datos se añade el hecho que en Málaga, Granada, Cádiz y Sevilla, según este orden, son las provincias con mayor número de abortos entre jóvenes en el ámbito geográfico de Andalucía; que la mujer soltera es la mayor demandante de interrupciones voluntarias; que el nivel de instrucción en el sector de edad analizado está entre 5º Primaria, 2º ESO y COU cuando tienen por primera vez un aborto; que prácticamente todas las jóvenes se encuentran paradas o son estudiantes cuando les surge el problema; y que normalmente no acuden a un Centro de Planificación Familiar para obtener algún tipo de orientación sobre el tema;  según los datos de 1993, 1994 y 1996 recogidos por el Servicio  de Información y evaluación Sanitaria de la Junta de Andalucía durante los años 1996, 1997, es evidente la necesidad de un estudio detallado sobre la cuestión, la consecución de posibles medidas y la puesta en práctica de las mismas para paliar el problema.
     Un informe recogido de la reunión de la OMS realizada en Ginebra en 1975, "El Embarazo y el Aborto en la Adolescencia", recoge los factores que pueden influir en el aumento de los embarazos no deseados en las adolescentes, que, pese a los progresos poblacionales y las campañas realizadas, pueden aplicarse actualmente. El informe señala en primer lugar que el hecho del embarazo en la juventud "no puede entenderse dentro de un marco puramente biológico sino que debe considerarse como una categoría social cuya composición y sus implicaciones están sujetas a cambios en función de las interacciones de la tradición, las instituciones sociales y los valores imperantes". Hoy en día, los temas sexuales no constituyen un tabú para la sociedad, "la cultura juvenil a la que están expuestos suele guardar pocas analogías con el contexto tradicional en el que se movían anteriormente los adolescentes".
     La curiosidad por experimentar nuevas sensaciones en torno a prácticas sexuales suele conducir en muchos casos a adelantar, excesivamente en algunas situaciones, la primera experiencia sexual. Esto influye directamente en el desconocimiento o conocimiento parcial de los métodos de anticoncepción, lo que provoca un aumento de equivocaciones que se traducen en embarazos no deseados, como quedaba reflejado en las expresiones del Dr. Dueñas en la entrevista mantenida con él en noviembre de  1999: "Los adolescentes y los jóvenes son el sector de la población más preocupante en torno a abortos, ya que no utiliza o no lo hace correctamente los métodos anticonceptivos".
     Otra de las causas que intervienen en el hecho de que se haya disparado en España la tasa de embarazos de mujeres  solteras menores, y que una tercera parte acabe en aborto, es la falta de precauciones  en las relaciones sexuales esporádicas de los jóvenes. Circunstancia agravada, de nuevo, por el desconocimiento o falta de interés informativo respecto a los métodos para evitar un embarazo o las alternativas existentes para no recurrir en primera instancia a la interrupción de la gestación como único remedio. Opciones que ya especifica el texto anteriormente referido, tales como el nacimiento del niño fuera del embarazo sin que ello signifique deshonra alguna para nadie; adopción, ceder el niño a unos padres adoptivos remarcando "la importancia de los servicios sociales destinados a ayudar a los jóvenes", pues las consecuencias psíquicas que se derivan pueden llegar a ser graves; matrimonio, aunque la viabilidad de estos haya sido muy cuestionada según  el informe: "teniendo en cuenta la promesa de seguridad económica y de legitimación social que ofrece, es fácil comprender su atractivo para la joven y la familia. No obstante, los estudios realizados sobre estos matrimonios indican que pueden representar una respuesta paliativa transitoria en vista de las grandes probabilidades de que acaben separándose". Alternativas obstaculizadas por las presiones sociales y familiares que la madre o la pareja, según los casos, encuentran, incapaces de recibir el apoyo de la familia necesario, condicionantes así de las posteriores decisiones respecto a éstas.
     Ambos puntos están en relación directa con la educación familiar y los factores económicos que condicionan a los jóvenes, hecho que también pone de manifiesto el informe de la reunión. En grupos sociales donde el concepto de aborto esté totalmente aceptado y no contrario a los principios éticos o morales, es evidente que recurrir a esta opción no derivará en consecuencias negativas para ninguno de los implicados, e incluso para las personas que forman el contexto. Sin embargo, en familias de tradición religiosa, particularmente la católica, las actuaciones que se escojan para solventar el obstáculo han de estar en íntima correspondencia con los principios religiosos que la persona acepta al entrar en una comunidad concreta con valores específicos. Dos libros: uno de ellos es el "Arte de amar", de Erich Fromm, y el otro "El derecho de nacer. Crítica de la Razón Abortiva", publicado por el Centro Cristianisme i Justicia de Barcelona, ponen de relieve claramente los preceptos que se deben de seguir en caso de embarazo no deseado en un contexto religioso: "No ser en absoluto capaz de considerar el valor de algo, sólo porque me quita sitio o me molesta, o porque vivimos en una sociedad que las cosas no tienen más valor que el valor "otorgado", es el modo de argumentar de la razón abortiva". Aunque también reconoce que "ningún valor moral es tan absoluto que no pueda en casos excepcionales entrar en conflicto con otro valor, y menos en situaciones estructuralmente injustas. La pretensión de que valores morales humanos sean tan absolutos como el mismo Dios es absurdo"².
     En cuanto a los factores económicos es ostensible que diferencias entre los distintos sectores poblacionales también afecten a la juventud. No hace falta un estudio riguroso, basta acudir a los datos estadísticos, para deducir que la mayoría de jóvenes que quedan embarazadas a corta edad son estudiantes o se encuentran en desempleo, por tanto, la mejor opción para no afrontar un nuevo problema, que exige cierto nivel adquisitivo, es el aborto. En un ámbito geográfico más amplio la cuestión económica es determinante en cuanto al número de interrupciones que se efectúan. Es decir, en países desarrollados las posibilidades de tener el hijo, no son dificultades, y criarlo en condiciones aceptables es mayor que en los subdesarrollados donde la propia supervivencia personal prima y el mantenimiento del niño queda relegado a un segundo plano, así pues la tasa de abortos es más elevada: "más del 90% de mujeres que mueren en prácticas abortivas pertenecen al tercer y cuarto mundo. Este dato enseña que hoy la cuestión del aborto no es exclusivamente un problema moral, también es un problema económico-social" ,expresa el tratado cristiano².

Bibliografía

1. Stamley Jr, Clayton C. Obstetricia. Barcelona: Salvat, 1981.
2. González Faus JI. El derecho de nacer. Cristanisme i Justicia. Barcelona, 1995.

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