ENTRAR            

 


 

EVIDENTIA: ISSN 1697-638X 2017 v.14 e10839

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

CARTA AL DIRECTOR

 

Comentar este articulo

Documentos relacionados

 Sumario

 Documento anterior

Documento siguiente

Enviar correo electronico al autor 

 

 

Evidencia sobre el uso de calzas en Quirófano

Noelia Velasco Molina, Rosario Merino Ruiz, Cristina Molina Moreno
Enfermeras del Bloque Quirúrgico. Agencia Sanitaria Alto Guadalquivir. Hospital Alto Guadalquivir. Andújar. (Jaén) España

Manuscrito recibido el 14.1.2016
Manuscrito aceptado el 5.8.2016

Evidentia 2017; vol. 14

 

 

 

Cómo citar este documento

Velasco Molina, Noelia; Merino Ruiz, Rosario; Molina Moreno, Cristina. Evidencia sobre el uso de calzas en Quirófano. Evidentia. 2017; vol. 14. Disponible en: <https://www.index-f.com/evidentia/v14/e10839.php> Consultado el

 

 

 

 

 

 

Sr. Director: Las infecciones relacionadas con la asistencia sanitaria o infecciones nosocomiales afectan a miles de personas en todo el mundo, siendo una de las principales causas de muerte y de incremento de morbilidad en los pacientes hospitalizados. En España el estudio nacional sobre efectos adversos ligados a la hospitalización (Estudio ENEAS, 2005) demuestra que un 25,3% de los mismos están relacionados con las infecciones nosocomiales.1 La infección nosocomial más frecuente entre los pacientes quirúrgicos es la infección de la herida quirúrgica; siendo la causa del fallecimiento de un elevado porcentaje de los pacientes quirúrgicos y suponiendo un aumento en la estancia hospitalaria de los mismos.2

En junio de 2008 la OMS lanzó su segundo gran Reto Global sobre seguridad del paciente: la Cirugía Segura Salva Vidas. La iniciativa cuenta con cuatro áreas temáticas y una serie de aspectos esenciales: cirugía limpia, anestesia segura, equipos quirúrgicos adecuados, profesionales seguros y garantía de la calidad. En España la prevención y control de los efectos adversos quirúrgicos se basa en una estrategia combinada, utilizando la coordinación nacional (Ministerio de Sanidad y Política Social) e internacional (Alianza Mundial Para la Seguridad del Paciente).3

El área quirúrgica es una zona de especial riesgo por la instrumentación, manipulación y ruptura de barreras naturales que se realizan sobre los pacientes; de ahí la importancia de que los profesionales que desarrollan su actividad en dicha área se adhieran al cumplimiento de una serie de normas, ya que se pueden convertir en el principal vehículo de transmisión de agentes patógenos que favorezcan la infección de la herida quirúrgica, a través de sus prácticas y la no aplicación de forma rigurosa de los principios de asepsia y antisepsia quirúrgica.

El personal de enfermería debe controlar y exigir el cumplimiento de las normas establecidas en materia de seguridad del paciente en el quirófano.4 Del mismo modo deben asegurar que su práctica asistencial se encuentre basada en la mejor evidencia disponible en cada momento para brindar unos cuidados de calidad y seguridad a los pacientes. Entre las medidas destinadas a la prevención de las infecciones de herida quirúrgica que los profesionales sanitarios deben llevar a cabo en esta área se encuentran: lavado de manos quirúrgico, uso de indumentaria adecuada (gorro, mascarilla, calzas y bata al entrar en contacto con el campo quirúrgico) e higiene individual.5 En la unidad donde trabajamos hemos observado que existe variabilidad en una norma de cumplimiento interno con respecto al uso de una de estas medidas: las calzas; existiendo profesionales que las usan de forma rutinaria para todo tipo de intervenciones y otros que no consideran necesario su uso, por utilizar calzado exclusivo para el área quirúrgica, aunque si las consideran necesarias como medida de protección individual ante la salpicadura de sangre y otros líquidos corporales.

El objetivo del presente estudio es conocer la evidencia que existe disponible acerca del uso de calzas y su relación con la infección de la herida quirúrgica. Los documentos analizados fueron los siguientes:

- Guía de Práctica Clínica para la Seguridad del Paciente Quirúrgico.6 El objetivo general de esta guía es recoger las recomendaciones basadas en los resultados de la literatura científica, destinadas a fomentar el uso de intervenciones que reduzcan las complicaciones en la cirugía. Recoge entre otros aspectos, los relacionados con la prevención de la infección de la herida quirúrgica y concretamente en el uso de calzas por parte del personal de quirófano, no la establece como medida a adoptar ni recomendable (a pesar de no disponer de pruebas científicas concluyentes, se considera una actuación de buena práctica clínica su puesta en práctica) por no existir estudios que avalen su evidencia científica.
- Evidence of control and prevention of surgical site infection by shoe covers and private shoes: a systematic literature review.
7 El objetivo de esta revisión es buscar las evidencias científicas sobre la eficacia del uso de calzas y zapatos exclusivos en la prevención de la infección del sitio quirúrgico y/o infección de transmisión por los microorganismos del suelo. Los resultados no sugieren evidencia directa sobre su eficacia, pero no hay pruebas. Aunque deja de manifiesto que la capacidad de transferencia de microorganismos de un área específica a otra es más baja cuando se utilizan zapatos exclusivos.
- Surgical site infection: Prevention and treatment of surgical site infection.
8 El objetivo de esta guía es poner de manifiesto las recomendaciones para la prevención y tratamiento de las infecciones del sitio quirúrgico en base a una evaluación rigurosa de la mejor evidencia disponible publicada. En relación al uso de calzas como tal no establece ninguna referencia, pero si establece la recomendación de que el personal que trabaja en el bloque quirúrgico tiene que utilizar zapatos de gomas exclusivos para las áreas en las que se realizan operaciones.

Las evidencias disponibles no demuestran la necesidad del uso de las calzas por parte del personal que trabaja en quirófano como medida para prevenir o disminuir la aparición de la infección de la herida quirúrgica; aunque se recomienda la utilización de un calzado exclusivo para el bloque quirúrgico. Por otro lado, su uso sirve para proteger al equipo quirúrgico de la contaminación con sangre y otros fluidos corporales durante la realización de la cirugía, a la misma vez que ayuda a mantener su higiene individual. Este hecho debe considerarse y tenerse en cuenta del mismo modo que en aquellos centros en los que esté establecido su uso como norma de funcionamiento interno se debe cumplir.

Con el presente estudio pretendemos poner de manifiesto que es necesaria una práctica clínica segura a través de la identificación de procedimientos clínicos eficaces; garantizar que se aplican a quien los necesita y que se realizan correctamente y sin errores. Para ello es necesario que los profesionales sanitarios opten por basar su práctica en la evidencia y no en las suposiciones o continuidad de métodos no contrastados. A través de este estudio hemos podido poner de manifiesto, que el uso de las calzas que es una práctica extendida desde los inicios de la disciplina quirúrgica, continúa siendo un tema de controversia y que la realización del mismo nos ha servido para aclarar las dudas existentes y establecer medidas de corrección adecuadas basadas en la mejor evidencia disponible.

Se hace necesaria la realización de ensayos clínicos aleatorizados que nos demuestren la relación directa del uso de calzas con las tasas de infección de herida quirúrgica.
 

Bibliografía

1. Estudio Nacional sobre los Efectos Adversos ligados a la Hospitalización. ENEAS 2005. Ministerio de Sanidad y Consumo; 2006.
2. Iñigo JJ, Aizcorbe M, Izco T, De la Torre A, Usoz JJ, Soto JA. Vigilancia y control de la infección de sitio quirúrgico. An. sist. sanit. Navar. 2000; 23(2):129-141.
3. Gutiérrez Fernández R, Fernández Martín J. La seguridad quirúrgica en el marco del Sistema Nacional de Salud de España. Revista CONAMED. 2010; 15 (4):188-194.
4. Tobo Vargas NI. La enfermera y la visión de seguridad del paciente en el quirófano en aspectos relacionados con la asepsia y la técnica estéril. Av. Enferm. 2013(1): 159-169.
5. Plan nacional de calidad del sistema nacional de salud. Bloque quirúrgico. Estándares y Recomendaciones. Ministerio de Sanidad y Asuntos Sociales; 2009.
6. Grupo de trabajo de la Guía de Práctica Clínica para la Seguridad del Paciente Quirúrgico. Centro Cochrane Iberoamericano, coordinador. Guía de Práctica Clínica para la Seguridad del Paciente Quirúrgico. Plan de Calidad para el Sistema Nacional de Salud del Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad. Agència d´Informació, Avaluació i Qualitat en Salut (AIAQS) de Cataluña; 2010. Guías de Práctica Clínica en el SNS: AATRM Nº 2007/24.
7. Santos AML, Lacerda RA, Graziano KU. Evidence of control and prevention of surgical site infection by shoe covers and private shoes: a systematic literature review. Rev. Latino-Americana de Enfermagem. 2005; 13(1): 86-92.
8. National Institute for Clinical Excellence. Surgical site infection: Prevention and Treatment of surgical site infection. Clinical Guideline; October 2008.

Principio de página 

error on connection