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EVIDENTIA: ISSN 1697-638X

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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Las escalas validadas son más fiables que el juicio clínico aislado para determinar el riesgo de úlceras por presión

Francisco Pedro García Fernández,1 Pedro L. Pancorbo Hidalgo,2 J. Javier Soldevilla Ágreda3
(1) Unidad de Estrategia de Cuidados. Complejo Hospitalario de Jaén. Comité Director del GNEAUPP. Jaén, España. (2) Departamento de Enfermería. Facultad de Ciencias de la Salud. Universidad de Jaén. Comité Director del GNEAUPP. Jaén, España. (3) AGC Enfermedades Infecciosas. Hospital de San Pedro. Profesor de Enfermería Geriátrica EUE Logroño. Director del GNEAUPP. Logroño (La Rioja), España

Evidentia 2012 ene-mar; 9(37)

 

 

 

Cómo citar este documento

García Fernández, Francisco Pedro; Pancorbo Hidalgo, Pedro L.; Soldevilla Ágreda, J. Javier. Las escalas validadas son más fiables que el juicio clínico aislado para determinar el riesgo de úlceras por presión. Evidentia. 2012 ene-mar; 9(37). Disponible en: <https://www.index-f.com/evidentia/n37/ev3703.php> Consultado el

 

 

 


    Las úlceras por presión (UPP), son un problema tan antiguo como la propia humanidad que afecta a todas las personas, sin distinción social. A pesar de vivir en el siglo XXI, la era de la ciencia y la tecnología, las UPP siguen siendo una epidemia viva, alarmante para nuestros servicios sociales y sanitarios y para toda esta sociedad del bienestar en la que vivimos,
1 constituyendo un importante problema de salud.2

El mejor tratamiento de las UPP es su prevención. Pam Hibbs ya demostró hace casi dos décadas,3 que al menos el 95% de las UPP se pueden prevenir y existe un reconocimiento rotundo de toda la comunidad científica de que esto es posible.

El primer paso en la prevención es la valoración del riesgo y quizás sea el paso más importante. La valoración es la identificación de los individuos que necesitan medidas de prevención y de los factores específicos que los ponen en situación de riesgo. Como refiere el artículo de Consenso del Grupo Consultivo de Expertos Internacionales en el Cuidado de Heridas la evaluación de las úlceras por presión es algo más que un simple número o una herramienta. Se trata de una decisión clínica que da lugar a una o varias intervenciones dirigidas a prevenir la aparición de úlceras por presión.4

Sin embargo, no existe un consenso claro entre los expertos y los profesionales sobre la mejor forma de realizar esta valoración del riesgo de UPP. Algunas de las guías de práctica clínica más antiguas consideran como fundamental el juicio clínico de las enfermeras y sitúan al uso de escalas de valoración como un complemento5,6 mientras que otras investigaciones recientes concluyen que varias de las escalas validadas pueden ser una alternativa mejor que el juicio clínico, sobre todo cuando se trata de enfermeras no expertas.7,8

Quizás a esta confusión ha contribuido, por un lado la opinión de varios autores9-11 que ponen en duda la eficacia de las escalas y por otro la gran cantidad de escalas generadas. Las investigaciones de nuestro grupo durante 9 años han identificado un total de 65 escalas (hasta final de 2009), incluso 8 de ellas se han difundido sin el aval de haber han sido publicadas en alguna revista científica. Pero no todas la escalas publicadas son igual de validas, lo cual contribuye a la confusión entre los profesionales. Sólo 11 de las escalas publicadas han sido sometidas a proceso de validación adecuado y solo 4 escalas cumplen criterios de calidad (Braden, EMINA, PSPS y Braden Modificada por Kwon).

En esta confusión también ha podido influir la gran cantidad de factores de riesgo que presentan cada una de las escalas. Este grupo investigador ha identificado hasta 83 factores de riesgo distintos, con una media de 8 factores por escala que una vez agrupados analizan hasta 23 dimensiones de riesgo, lo que viene a redundar en que la valoración es un proceso altamente complejo.

No obstante, cinco dimensiones de riesgo son críticas (aparecen en más del 50% de las escalas) y 3 más son mayores (están en más del 25% de las escalas) que son las dimensiones más repetidas por todas las escalas, lo cual quiere decir que son al menos, los elementos claves a considerar cuando se evalúa el riesgo.

Estos datos confirman los hallazgos de Buhrer y Mitchell en 1996, quienes mediante un estudio cualitativo en el que pedían a cinco enfermeras altamente cualificadas que explicaran porqué habían catalogado como de riesgo a sus pacientes, encontraron un conjunto de 8 factores de riesgo.12 Estos factores coinciden casi por completo con las dimensiones básicas de riesgo identificadas por las escalas.

Y es que el uso de las escalas tiene ventajas claras:

-Por permitir optimizar los recursos. La prevención también tiene un coste elevado, tanto en recursos materiales como humanos12,13 lo cual obliga a utilizar instrumentos de medida que permitan precisar qué pacientes necesitan los cuidados preventivos y cuáles no.
-Por determinar el tipo de cuidados preventivos que precisan cada paciente en función del riesgo y su aplicación de manera precoz.
14
-Por convertirse en una de las salvaguardas más importantes para el profesional y las propias instituciones.
4

Porque cuando realizamos un análisis comparado de estas escalas con el juicio clínico, la realidad se muestra tozuda, y todos los criterios analizados de estas escalas: validez (sensibilidad, especificidad, valor predictivo positivo y negativo, eficacia) capacidad predictiva (medida mediante el riesgo relativo) y fiabilidad son superiores al del juicio clínico.

Por tanto y con los datos actuales podemos recomendar a los profesionales y a los centros sanitarios que incluyan una escala de valoración del riesgo validada (preferiblemente las que presentan mejores criterios de calidad, que además están más difundidas en nuestro medio Braden o EMINA) para prevenir la aparición de úlceras por presión y no lo dejen exclusivamente a juicio clínico del profesional.

En caso de clara discrepancia entre la escala y su juicio clínico, el profesional debe actuar siempre en la forma que suponga mayor beneficio para el paciente.


Bibliografía

1. Soldevilla Agreda J, Navarro S, Rosell C, Sarabia R, Valls G. Problemática de las úlceras por presión y sus repercusiones legales. In: Soldevilla Agreda J, Torra i Bou J, editors. Atención integral a las heridas crónicas. Madrid: SPA Grupo Drugfarma; 2004.
2. Papanikolaou P, Clark M, Lyne PA. Improving the accuracy of pressure ulcer risk calculators: some preliminary evidence. Int J Nurs Stud. 2002; 39: 187-94.
3. Hibbs P. Pressure sores: a system of prevention. Nursing Mirror. 1982; 4: 25-9.
4. Ayello E, Leask K, Fowler E, Mulder G. Legal Issues in the Care of Pressure Ulcer Patients: Key Concepts for Healthcare Providers. In: Panel IEWCA, editor. Chicago 2009.
5. NICE NIfCE. Pressure Ulcer risk and prevention. 2004: Disponible en: www.nice.org.uk [Consultado el 15 de Diciembre de 2011].
6. Panel for the Prediction and Prevention of Pressure Ulcers in Adults. Pressure ulcers in adults: prediction and prevention. Clinical Practice Guideline n 3. Rockville, MD. US: Department of Health and Human Services. Public Health Service. Agency for Health Care Policy and Research; 1992.
7. Pancorbo Hidalgo PL, García Fernández FP, IMª LM, Alvarez Nieto C. Risk assessment scales for pressure ulcer prevention: a systematic review. J Adv Nurs. 2006; 54(1): 94-110.
8. Pancorbo Hidalgo P, Garcia-Fernández F, Soldevilla Agreda JJ, Martinez Cuervo F. Valoración del riesgo de desarrollar úlceras por presión: uso clínico en España y metaanálisis de la efectividad de las escalas. Gerokomos. 2008; 19(2): 84-98.
9. Anthony D, Papanikolaou P, Parboteeah S, Saleh S. Do risk assessment scales for pressure ulcers work? Journal of Tissue Viability. 2010; 19: 132-6.
10. Anthony D, Parboteeah S, Saleh M, Papanikolaou P. Norton, Waterlow and Braden scores: a review of the literature and a comparison between the scores and clinical judgement. Journal of clinical nursing. 2008; 17: 646-53.
11. Saleh M, Anthony D, Parboteeah S. The impact of pressure ulcer risk assessment on patient outcomes among hospitalised patients. Journal of clinical nursing. 2009; 18(13): 1923-9.
12. Pancorbo Hidalgo P, Garcia-Fernández F. Estimación del coste económico de la prevención de úlceras por presión en una unidad hospitalaria. Gerokomos. 2002; 13(3): 164-71.
13. Xakellis G, Frantz R, Lewis A. Cost of pressure ulcer prevention in long-term care. J Am Geriatr Soc. 1995; 43: 496-501.
14. Garcia-Fernández F, Pancorbo Hidalgo P, Torra i Bou JE, Blasco García C. Escalas de valoración de riesgo de ulceras por presión. En: Soldevilla JJ, Torra JE (eds). Atención Integral de las Heridas Crónicas, 1ª Ed. Madrid: SPA 2004; P.p 209-226.

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