ENTRAR            

 


 

EVIDENTIA: ISSN 1697-638X

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

CARTAS AL DIRECTOR

 

Documentos relacionados

 Ir a Sumario

Documento anterior

Documento siguiente

Enviar correo al autor 

 

 

Higiene de manos, tan simple pero tan complejo

Margarita Enríquez de Luna Rodríguez
Enfermera de Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Costa del Sol de Marbella, Málaga, España

Manuscrito aceptado el 10.12.2008

Evidentia 2009 ene-mar; 6(25)

 

 

 

Cómo citar este documento

Enríquez de Luna Rodríguez, Margarita. Higiene de manos, tan simple pero tan complejo. Evidentia. 2009 ene-mar; 6(25). Disponible en: <www.index-f.com/evidentia/n25/ev6846.php> Consultado el

 

 

 

Sr. Director. Ya entonces, por el año 1850, Semmelweis1 descubrió que la sepsis puerperal disminuía cuando los médicos hacían un correcto lavado de manos con solución antiséptica antes de atender a las puérperas.

Muchos años han pasado y hemos avanzado en nuestro conocimiento científico, las mejoras tecnológicas son evidentes, los profesionales están cada vez más capacitados y formados, tenemos evidencias de lo que ocurre en nuestro país y en el resto del mundo gracias a los avances que hay en las tecnologías de la información, sin embargo, a pesar de todas estas ventajas, se siguen produciendo infecciones nosocomiales evitables, lo que conlleva a un aumento de la estancia hospitalaria y de la mortalidad.

Existe suficiente información que apoya claramente el hecho de que la higiene de manos reduce de forma sustancial las infecciones directamente relacionadas con la atención sanitaria (infección nosocomial), convirtiéndose en una acción fundamental para asegurar la seguridad del paciente.2

Éste es un problema reconocido tanto en países desarrollados como en vías de desarrollo, sin embargo el cumplimiento de higiene de manos está alrededor del 40%,3 cifra muy deficiente.

En el siglo XXI, apenas nos paramos a pensar en estos "detalles" de gran importancia. Dedicamos nuestros esfuerzos a aprender planes de cuidados estandarizados, a aprender muchas técnicas, a usar las nomenclaturas NIC y NOC, que por supuesto son muy importantes, pero se nos olvida algo prioritario y que está al alcance de todos los que nos dedicamos al cuidado del paciente, como es la correcta higiene de manos.

La mayoría de las infecciones nosocomiales se transmiten por contacto directo, especialmente por los profesionales sanitarios. Al menos 1 de cada 4 pacientes ingresados en unidades de Cuidados Intensivos contraen una infección durante su hospitalización.4

En este tipo de unidades hay que extremar las precauciones, ya que los pacientes son más susceptibles a infectarse, sin embargo se ha visto que la adherencia a la higiene de manos es menor en unidades especiales.5

Si tomáramos conciencia de la importancia del problema, reduciríamos la morbilidad intrahospitalaria asociada al mal uso de ésta técnica, así como el sufrimiento del paciente y su familia, y los costes en general.

Llama la atención que a pesar de que los enfermeros pasamos más tiempo con el paciente y por tanto le realizamos mayores cuidados, el cumplimiento de la higiene de manos es mayor5 que en el personal facultativo, el cual tiene menos contacto continuo con el paciente y deberían tener mayor adherencia puesto que tienen menos oportunidades de equivocarse.

Nuestras manos son nuestro soporte en el cuidado, pero también son un vehículo de transmisión de microorganismos y por tanto tenemos que concienciarnos de la importancia de llevar a cabo una correcta higiene de manos.

Como profesionales que somos no nos podemos permitir que este tipo de infecciones se sigan produciendo y más hoy en día, que disponemos de fórmulas que no requieren la utilización de agua, como son las soluciones alcohólicas6 disponibles cerca del paciente, con las que tardamos menos en lavarnos las manos y además producen menos irritación y sequedad de la piel.

Entonces ¿por qué el cumplimiento es tan bajo?, ¿por un mal hábito, por olvido, por dejadez, por aumento de la carga asistencial, por falta de conocimientos en sus consecuencias, por irritación de la piel, falta de motivación?

El uso de guantes, también ha llevado a una frecuencia más baja de la higiene de manos. Existe la creencia de que si usamos guantes no es necesario lavarse las manos entre contactos entre pacientes y a veces los guantes presentan pequeños poros que no se ven a simple vista, produciendo contaminación de nuestras manos y el consiguiente riesgo para los pacientes.

Por otro lado, es cierto que cuando tenemos que cuidar a un paciente infectado con aislamiento, extremamos las medidas de higiene para autoprotegernos, entonces sí estamos más concienciados del problema, pero, y al paciente ¿quién le protege de nuestras manos si no las llevamos limpias en el resto de situaciones cotidianas hospitalarias?, ¿nos lavamos más las manos para protegernos de las posibles infecciones que para protegerlos a ellos?

Esto nos obliga a plantearnos actuaciones que garanticen la seguridad del paciente, no acomodarnos a cuidar a este tipo de enfermos, sino a prevenir estas infecciones, que están a nuestro alcance y podemos evitarlas.

Éste es un problema que nos incumbe a todos, por ello es necesario que los profesionales sanitarios tomemos conciencia sobre la importancia y las consecuencias de una correcta higiene de manos. Al mismo tiempo los responsables de los centros sanitarios han de poner los medios necesarios para buscar estrategias efectivas para aumentar la adherencia a la higiene de manos y por consiguiente la disminución de las infecciones nosocomiales, llevando a una reducción importante del gasto sanitario que se podría dedicar para otras cosas. Todo lo planteado no llegará a buen puerto si todas las partes implicadas (celadores, auxiliares, enfermeros, médicos, responsables de unidad, directivos del centro, administraciones públicas) no toman conciencia de que ésto es un problema real, grave y que esa solución depende de que cada uno cumpla con la parte que le corresponde.

Sólo si unimos nuestros esfuerzos en la misma dirección tendremos más oportunidades de éxito.
 

Bibliografía

1. Centers for Disease Control and Prevention. Guideline for hand hygiene in Health-Care settings: Recommendations of the Healthcare Infection Control Practices Advisory Committee and the HICPAC/SHEA/APIC/IDSA Hand Hygiene Task Force. MMWR 2002;.51 (NºRR-16).
2. Gould DJ, Chudleigh JH, Moralejo D, Drey N. Intervenciones para mejorar el cumplimiento de la higiene de las manos en la atención al paciente. Biblioteca Cocrhane plus, 2007 (Nº3). Disponible en https://www.update-software.com [consultado en 15 diciembre 2007].
3. Pittet D, Simon A, Pessoa-Silva CL. Hand hygiene among Physicians: Performance, beliefs,and perceptions. Ann Intern Med. 2004, 141. (Nº 1):1-8.
4. Alianza mundial para la seguridad del paciente, Directrices de la OMS sobre higiene de manos en la atención sanitaria (borrador avanzado). Ginebra (Suiza) 2005. Disponible en www.who.int/patientsafety [fecha de actualización abril de 2006; fecha de acceso 3 diciembre 2007].
5. Pittet D, Mourouga P. Compliance with Handwashing in a Teaching Hospital. Ann Intern Med.1999; 130:126-130.
6. Pittet D, Huggonnet S, Harbarth S, Mourouga P, Sauvan V, Touveneau S et al. Effectiveness of a hospital-wide programme to improve compliance with hand hygiene. Lancet. 2000; 356:1307-12.

Principio de p�gina 

error on connection