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 Evidentia 2004 enero-abril; 1(1)

Manuscrito aceptado el 15.03.04

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Heterogénea
 

Ensayo

 

Enfermería, sin contornos

Jesús Edilberto Rodríguez Rosero1
1Profesor titular  Universidad de los Llanos. Colombia. Lic. Enf. U.N. Esp. Morfofisiología Humana U.N. Esp. en Salud Ocupacional Unimauá SP. Brasil. MSc. Desarrollo Educativo y Social. UPN-CINDE.. PhD. Enf. Con énfasis en Salud Pública U. De Sao Paulo Brasil. Tel.  0986-655871 en Villavicencio �Colombia.

Cómo citar este documento: Rodríguez Rosero, Jesús Edilberto. Enfermería sin contornos. Evidentia 2004 ene-abr;1(1). En: https://www.index-f.com/evidentia/n1/20articulo.php [ISSN: 1697-638X]. Citado el

   


 

RESUMEN

    Tras la lectura de las conclusiones de la II Reunión EBE, el profesor Jesús Edilberto propone una reflexión personal, emancipatoria y teórica sobre la enfermería, el cuidado y la forma de hablar sobre ella -la profesión del ser enfermero y enfermera-. Este ensayo breve está condicionado por la perspectiva Habermasiana, la teoría de la acción comunicativa, el entendimiento mutuo intersubjetivo como principio generador de conocimiento.

Palabras clave: Conocimiento/ Reflexión/ Pensamiento crítico/ Sociología/ Comunicación/ Enfermería

 

Para reconocer el magno papel de enfermería, basta haber nacido�.

    Fue necesario incertarme desde 1973 en esta profesión, para hoy con el prisma de mi cosmovisión realizar un análisis concordante con el título, ubicándome voluntariamente frente a esa inmensa nube blanca que cubre el universo, a sabiendas de que la razón es opresiva, si no se dispone de ejército para defenderla, pero esperanzado en que ese mismo universo escuche esta construcción preteórica y construya sus trillas alistándose para el próximo siglo, ayudando de esta manera, al desarrollo de esta nueva profesión.

    Es así, enfermería es una masa de personas, contenidos teóricos, instrumentales, técnicos, científicos, biológicos, físicos, químicos, humanísticos, psicológicos, administrativos, lingüísticos, afectivos, todos ellos matizados de hedonismo, ascetismo, filantropía, amor, deseo, voluntad, rabia, felicidad, gozo, esperanza, consuelo, desconsuelo, comodidad, incomodidad, sufrimiento, seguridad, inseguridad, reconocimiento, desconocimiento, placer, displacer, dolor, pudor, vergüenza, y otros estados afectivos, visibles, invisibles, tangibles, intangibles, ocultos, nulos aun no clasificados.

    Mientras unos duermen y sueñan otros vigilan despiertos ansiosos, estresados, somnolientos, percibiendo en todo el mundo sin distingos de clase social, credo o raza, las excrecencias humanas, todas igualmente hediondas.

    Esa masa humana, que viste de blanco, cuida e interviene en favor del resto de masa humana, en estado de vida dolorosa, agitada, asfixiante, comatosa, etc., todos ellos llamados �pacientes�, personas que por situación de desgracia temporaria desencadenante o precipitante, encuentran el dolor buscando el placer o encuentran la muerte buscando la vida; unos duermen vivos, otros vivos duermen y otros ni duermen ni viven, pero todos esperan lo mismo: Vivir en carne o desencarnados una vida eterna.

    Ud. encuentra profesionales y auxiliares de enfermería en todas las tipologías del quehacer humano intelectual, pretendiendo satisfacer las necesidades humanas en condiciones de anormalidad y normalidad, actuando de una manera estratégica, instrumental y comunicativa.

    Como consecuencia intrínseca los conocimientos que necesita incorporar para actuar son sin limites y ella misma no tiene contornos definidos; como otras profesiones al servicio del hombre crece a expensas de todo el conocimiento técnico-científico-humanístico que la humanidad produce y se acomoda y/o adapta colocando como filtros, sus paradigmas, reguladores de esta incorporación-construcción de la producción del discurso propio.

    En esas condiciones supera en mucho su propio nombre y conceptos paradigmáticos muchos de ellos de contenido ascético moralista de subyugación al poder dominante en el área del mercado de la enfermedad.

    El surgimiento de la profesión no sucede por generación espontánea y por ello su grado de desarrollo varía, pasando desde una  paleoenfermería y enfermería moderna (que ya no es enfermería). Porque en su sentido histórico y etimológico, la profesión ha superado su nombre, en el primer caso porque hoy es una ciencia que no se limita al quehacer de cuidar empírica y maquinalmente, sino que, interviene con su trabajo intelectual en todos los niveles educativos, en todos los niveles asistenciales, en todos los niveles de salud pública, construyendo la salud con la familia y la comunidad, además de gerenciar, planear y supervisar en todas la áreas relacionadas; por otro lado cada día se hace más notable e importante su actividad en investigación, gerencia y marketing.  En  segundo lugar, porque su derivación de la palabra enfermo que denota estado patológico ya no es el exclusivo generador de trabajo ni es el único objeto de estudio, en consecuencia ha ampliado radicalmente su objeto, sus fines, sus funciones, su nivel  intelectual,  su modo de operar y actuar.

     Los paradigmas del desarrollo tecnológico han demostrado, que ellos por sí solos, no conllevan un desarrollo social, pues aquí influyen todas las limitantes históricamente construidas que han conducido a una sociedad fragmentada social, económica, lingüísticamente.

    Los cercos del accionar con arreglo a metas siguiendo recetas que circunscriben el pensamiento, castran las iniciativas, privilegian el trabajo técnico hecho maquinalmente, tiene su aplicación pero no puede ser la columna vertebral de una profesión con pretensiones de lograr reconocimiento universal y social en un ambiente de hegemonía de poder económico, político, decisional; cargando a cuestas el peso que conlleva la condición del género que más participa en este ascenso.

    Esta nueva profesión comienza a abandonar paradigmas que forjaron sus límites, porque está insertada en la sociedad y más anclada al tecnicismo enmarcando su epistemología con notable carga hedónica en la que flota la sociedad de consumo.

    El fin último de �saber-como hacer� privilegiado por décadas, sin ceder terreno; permitió la incrustación de profesionales del área social y humana, que impulsan una pedagogía volcada al �saber-que� con privilegio de una competencia comunicativa, HABERMAS (1989), entendida como la capacidad de actuar comunicativamente, ajustando recíprocamente sus acciones en la búsqueda de un entendimiento mutuo intersubjetivo como principio generador de conocimiento y de su socialización.

    Con recreación del accionar lingüístico se palpa sustantivo el crecimiento de una discusión racional que acrecienta y decanta los aportes de la psicología, la lingüística, la estética, la sociología, la epidemiología, y el resto de sub-áreas del conocimiento y que talvez cada lector identifica. Cabe mencionar aquí el concepto Habermasiano, HABERMAS (1985), que todo acto del habla científica lleva consigo en diferentes niveles, las pretensiones de comprensibilidad, verdad, rectitud y sinceridad; entre mayor encuentro comunicativo es de esperar que el trabajo se torne en un deber cada vez más placentero.

    Fue así como se abrió el nicho y la lámpara (de Aladino por supuesto) acrecentó su llama, surgen todas las posibilidades teóricas de investigar en los más variados contextos, líneas, enfoques, métodos; y con la investigación, nuevos hallazgos e imbricaciones con las otras ciencias, están apareciendo.

    Ya no hay investigaciones ilegítimas hemos ganado el derecho de apropiarnos legítimamente del conocimiento, llevando el estandarte de la sanación o la construcción de ella, poco a poco ganaremos el derecho a ser reconocidos y los demás sueños serán cumplidos.

    El constante trabajo, la investigación inician la consolidación de grupos de investigadores que maduran evolucionando de un equipo multidisciplinario a equipos transdisciplinarios, con la consecuente formación de cuadros que irán a dar sentido y dirección al progreso esperado.

    Desde la aparición los grupos llamados interdisciplinarios, ellos funcionaron sentando en una misma mesa, profesionales de varias áreas del conocimiento, casi siempre desconociendo los saberes del otro, con nula posibilidad de incorporar e integrar conocimiento mútuamente; los resultados son libros hechos con páginas de otros varios. La transdisciplinariedad significa integración y encuentro de las imbricaciones de todas las ciencias, además permitir la incorporación en cada personaje de las imbricaciones resultantes.

    El asombro, la curiosidad y el placer por el conocimiento, es lo que debe entenderse como hedonismo del intelectual, MOCKUS, A. (1995), el resto de deseos placenteros deleitosos mediados por una mesura racional que los cualifique como humanos, aunque ocultos son propios, y le ponen el condimento a la vida. La historia lo ha demostrado, un hombre ascético solo es posible en la teoría, entendiéndose que el ascetismo incluye puritanismo y negación a los goces de la vida.

    El deseo y la voluntad caminan juntos, se elícian1 y refuerzan mútuamente pero el primero es efímero y cíclico, la voluntad es posible crearla e incluso aparentarla.

    En mi parecer existen obstáculos superficiales pero decisorios que impiden la marcha hacia lo que deseamos o sea la relevancia como ciencia, como profesión digna, con el consecuente reconocimiento social que incluye aumento de nuestra cuota de poder.

    Por otro lado la satisfacción de cada necesidad implica el logro de un deseo, así esa necesidad sea fisiológica, sexual, psicológica o de otro tinte, en esta sociedad dolarizada, el dinero es un instrumento, no un fin, (aunque para algunos es un dios) que va paralelo al servicio, pues la filantropía del explotado en el trabajo no deja de ser una impertinencia, el dinero objetiviza muchos de nuestros deseos; en este reconocimiento de valor material, juegan los dueños del poder.

    Otro obstáculo es la identidad del objeto que encarna el enfermero profesional, en términos de además de hablar actuando con calidad, (que implica conocimiento multidimensional), también usar el lenguaje de logotipos o iconos de significación universal y exclusiva, aún por crear y universalizar.

    Es necesario reconocer e identificar que existen enemigos acérrimos de nuestra profesión, entre aquellos Medios Dioses que aún existen, con sus pedestales de poder conservados; aquellos que gritan y se contorsionan presos de sus neurosis fantasmales, y que todo el mundo reconoce en los campos de trabajo, lucrando de la enfermedad a nombre de la salud.

    En tanto no podemos olvidar la gran heterogeneidad en el desarrollo humano y profesional de todos nuestros soldados en dispersas poblaciones del mundo entero y el ostracismo de algunos docentes, que encuentran más tranquilidad y goce, atados a restringidos y laterales conocimientos, que acuciosamente guardan y donde lo único que cambia es el color del papel. Estos usan como instrumento; el poder que les depara sus títulos, su conquista del espacio social entramado por décadas y su actitud autoritaria incuestionable.

    La experiencia, suele ser el escudo mágico más utilizado, entendida erróneamente, como los años de permanencia en un cargo, olvidando que su validez se fundamenta en la autorreflexión sistemática para un ascenso autoconstruido permanente.   

    No existe razón valedera o justificación, para admitir y acaso tolerar, que un profesional de esta área, se autoniegue el derecho y obligación de su progreso intelectual por estar ocupado en destruir a los otros en su ámbito laboral.

    La diversidad es riqueza siempre que no implique destrucción, es decir tenemos que detener esa capacidad comunicativa sistemáticamente distorsionada con prácticas de currículums ocultos y nulos perversos; pues esas conductas necesariamente enflaquecen y envilecen e incluso traumatizan a legos estudiantes.

    Esas personas que se autoniegan la posibilidad de hablar con el otro para conocerlo y comprenderlo y no para juzgarlo, negándose de paso su propia naturaleza, deben hacer reflexión y un acto de contrición perfecto, como lo manda la santa madre Iglesia.

    Al respecto (MATURANA H. 1995) en la introducción realizada por TORRES, N; J. afirma que �no hay discontinuidad entre lo humano, lo social y sus raíces biológicas ... la aceptación del otro junto a uno en la convivencia es el fundamento biológico del fenómeno social, sin amor y sin la aceptación del otro junto a uno no hay socialización y sin socialización no hay humanidad�; los individuos que no funcionan de esta manera, son las atípias para la enfermería, aunque comprensibles porque dentro de las tantas limitaciones humanas una de ellas es la imposibilidad de comunicación entre consciencias2.

Bibliografía

1. HABERMAS, J. Teoría de la acción comunicativa. Madrid: Tauros, 1989, 175p.

2.HABERMAS, J. Consciencia moral y acción comunicativa. Barcelona: Península, 1985.  157p.

3. MATURANA, H. La realidad: ¿objetiva o construida? Barcelona: Arthropos, 1995. 162p.

4. MOCKUS, A. et al. Las fronteras de la escuela: articulaciones entre conocimiento escolar y conocimiento extraescolar. Bogotá: Cooperativa editorial magisterio, 1995. 131p.

5. RODRÍGUEZ R. J.E. Fundamentos y conceptualización de las líneas de investigación para la escuela de enfermería 2001 al 2010. Doc. En uso  por la Fac. de Enfermería Universidad de los Llanos. Villavicencio, 2001. 133p.

Notas:
1 Término derivado del dios Eliceo,  fuente de evocación e inspiración recíproca y de uso técnico en Portugués, incorporado al Español por el autor.
2
ESTIMADO LECTOR: Es indudable que las ideas plasmadas en este trabajo, pueden no coincidir con las suyas. Pero si Usted cree que vale la pena escribir sobre el mismo tema, estoy disponible para estudiar y confrontar su publicación; como visión contraria, aclaratoria, complementaria o como otra visión.


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