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TEMPERAMENTVM ISSN 169-6011

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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¿Qué pasará con nuestros mayores ahora?

Francisca Bernal Pérez
Enfermera. Hospital de Bellvitge. Hospitalet de Llobregat (Barcelona), España

Manuscrito recibido el 15.3.2012
Manuscrito aceptado el 2.5.2012

Ética de los Cuidados 2012 ene-jun; 5(9)

 

 

 

Cómo citar este documento

Bernal Pérez, Francisca. ¿Qué pasará con nuestros mayores ahora?. Ética de los Cuidados. 2012 ene-jun; 5(9). Disponible en <https://www.index-f.com/eticuidado/n9/et7828.php> Consultado el

 

 

 


Sr Director.
No quisiera ser pájaro de mal agüero, pero con la situación de crisis que estamos viviendo, peligran muchas ayudas y subvenciones sociales: la Ley de la Dependencia, es una de ellas, quizás la más importante.

He estado pensando que el Gobierno no podrá aguantar por mucho tiempo los casi cinco millones de parados, los millones de pensiones contributivas y no contributivas. De los trabajadores salen casi todo el dinero destinado a estas ayudas. Según la Comisión europea 2011 sobre el informe anual del crecimiento español estiman que las cotizaciones sociales ascenderán a 110.447,12 millones de euros1 y son muchos los mayores que tras la aprobación de la ley de la Dependencia todavía hoy en día no han cobrado ni un duro y muchos de ellos han marchado en el camino del no retorno sin recibir nada a cambio.

La media de espera para una ayuda de la Ley de la Dependencia supera los 17 meses según una noticia aparecida el 17/12/2011en el periódico El Mundo.es. Más de 250.000 personas con derecho a atención no reciben ningún servicio y dentro de las comunidades son las de Canarias y Valencia las regiones con mayor desatención.2

En el informe realizado por la Asociación Estatal de directores y gerentes de Servicios Sociales se dirime que esta tardanza en el ofrecimiento de estas ayudas podría "colapsar el sistema". Más de 500.000 personas reciben prestaciones o servicios de esta Ley, un promedio de 33.000 se incorporan cada mes desde el 2007 al sistema de Dependencia mientras que otras 250000 se quedan sin ayudas. Existe un continuo de unas 120.000 personas dependientes que están a la espera de valoración de grado y nivel.

Según el Real Decreto ley 20/2011 del 30 de diciembre, se aplaza hasta el 1 de enero de 2013 la aplicación de la Ley de Dependencia para las personas que sean valoradas en el grado de dependencia moderada.

No quiero ser pesimista, pero pinta muy mal. Con la innovación de la Ciencia, la entrada de los antibióticos, las nuevas técnicas operatorias, los nuevos medicamentos, el aumento de la población inmigrante, ha aumentado la población anciana en España, a diferencia de otros países europeos, este incremento se ha realizado con más rapidez e intensidad.3 La población anciana en España se duplicará en los próximos cuarenta años, representará el 31,9% del total de la población según un estudio del Instituto Nacional de Estadística (INE). Por cada diez personas en edad de trabajar, en 2049 habrá nueve personas inactivas, lo que significará que la tasa de dependencia se elevará hasta el 89;6% desde el 49,8% actual. Con el aumento de las personas mayores también se ha incrementado el gasto sanitario, las políticas sociales y sanitarias.4 La Ley de Dependencia está considerada como el cuarto pilar del Estado de Bienestar, pero la financiación que recibe es aún menor que la de los sistemas educativos, sanitario y el de pensiones. Su coste que cofinancian Gobierno y Autonomías no llega al 0,5% del PIB. Cuando esté completado este sistema en el 2015, serán unos 120.000 millones de euros. Dada la evolución de la pirámide de población, que muestra un envejecimiento progresivo de la sociedad con un incremento en la esperanza de vida, la proporción del gasto sanitario en el PIB tenderá a elevarse.

Hemos de ser prácticos, las políticas sociales y sanitarias no son empresas que logren beneficios económicos, generan un gasto desorbitado en las arcas del estado y ante las nuevas ideas de copago, tasas en las recetas electrónicas y en algunas comunidades la idea de obligatoriedad de asociación de mutuas según las rentas de los trabajadores, se vislumbra un panorama de privatización en la sanidad española.

No quiero pensar qué pasará con nuestros mayores. A estas alturas de la vida, es cuando necesitan las ayudas establecidas, si las mermamos en su conjunto, esta población queda desprotegida; sólo las rentas más altas podrán sobrevivir. Hemos de pensar que los ingresos de las personas ancianas no son astronómicos, viven al día y muchos de ellos ayudan a sus hijos, nietos a pasar este temporal de crisis. El cinturón es tan estrecho que muchos de ellos permanecen en la UVI como residencia habitual. Según datos del Ministerio de Trabajo e Inmigración, la pensión media de jubilación en España asciende a 917,53 euros, hay que aclarar que en este cálculo se introducen todas las pensiones, por lo que los datos aparecidos no concuerdan con la realidad objetiva del día a día. Hay muchos pensionistas que sus pensiones distan mucho de ser equiparadas con esta media.

Dejémonos de tonterías, hay muchos lugares en la administración que pueden ser recortados sin herir a los más débiles. No quiero decir con esto, que se recorte más el sueldo del funcionariado, ya depauperado de por sí, lo que intento decir es que cuando la situación es crítica se debe establecer prioridades básicas y la sanidad lo es. En muchas comunidades se establece como prioridad la lengua, las embajadas, la traducción de esa lengua al cine. Señores, primero comer luego hablar.

Si la población no actúa en conjunto en estos momentos, se habrán perdidos todos los derechos por lo que nuestros mayores lucharon en su tiempo y ¿qué nos quedará? Nada, siempre será el rico más rico y el pobre más pobre.

Dios quiera que a nuestros políticos capacitados en sus estudios, se les abra la mollera y recapaciten.

Ahora son los funcionarios, después serán las pensiones y después tumbas abiertas en campos llenos de malvas.

Bibliografía

1. Comisión Europea. Comunicación de la Comisión al Parlamento Europea, al Consejo, al Comité Económico y Social Europeo y al Comité de las regiones. Estudio Prospectivo Anual sobre el Crecimiento: anticipo de la respuesta global de la UE a la crisis. (Publicación en Internet) Bruselas, 2011. Disponible en: https://www.ec.europa.eu/europe2020/pdf/es_final.pdf [Consultado el 12 de febrero de 2012].
2. Barriga Martín, LA.; Brezmes Nieto, MJ.; García Herrero, G; Ramírez Navarro, JM. Desarrollo e implantación territorial de la Ley de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las Personas en situación de Dependencia. Informe de Evolución de la Ley cuatro años después. VI Dictamen del Observatorio de la Asociación Estatal de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales, 2011. Disponible en: https://www.imsersomayores.csic.es/documentacion/biblioteca/registro.htm?id=58048 [Consultado el 12 de febrero de 2012].
3. J Puig-Junoy (Dir), G López-Casasnovas, V Ortún. ¿Más recursos para la salud? Barcelona: Masson, 2004
4. Rodríguez Castedo (Dir) Libro Blanco de la Dependencia. Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales. Secretaría de Estado de Servicios Sociales, Familias y Discapacidad Instituto de Mayores y Servicios Sociales (IMSERSO). (Publicación en Internet) Madrid, 2005. Disponible en: https://www.imsersomayores.csic.es/documentacion/libro-blanco-dependencia.html [Consultado el 12 d febrero de 2012].

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