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Reflexiones de una enfermera acerca del dolor agudo postoperatorio

Antonia Ballesteros Barrado
Enfermera asistencial. Unidad de reanimación post-anestésica y Unidad del dolor agudo postoperatorio, Hospital Son Llátzer. Palma de Mallorca, España

Correspondencia: Hospital Son Llátzer, Ctra. de Manacor km 4, 07198 Palma de Mallorca, España

Manuscrito aceptado el 5.3.2011

Ética de los Cuidados 2011 ene-jun; 4(7)

 

 

 

Cómo citar este documento

Ballesteros Barrado, Antonia. Reflexiones de una enfermera acerca del dolor agudo postoperatorio. Ética de los Cuidados. 2011 ene-jun; 4(7). Disponible en <https://www.index-f.com/eticuidado/n7/et7755.php> Consultado el

 

 

 


Sr. Director.
En el año 2004 me propusieron formar parte de una unidad que se paso a denominar Dolor Agudo Postoperatorio (DAP), por aquel entonces me atrajo la idea de ser parte de algo innovador en mi hospital y aunque no consciente de ello en aquellos momentos, también en otros muchos hospitales en España. Con mucha ilusión y escasa formación a pesar de mis años trabajados como enfermera asistencial en distintos servicios, es a raíz de ésta nueva empresa cuando empiezo a tomar consciencia de la importancia que tenemos la enfermería en el control del dolor.

El Hospital de Son Llátzer es un centro público de atención especializada de segundo nivel que ofrece sus servicios desde diciembre del 2001 y está integrado en la red pública de la Conselleria de Salut i Consum de les Illes Balears. Consta de 450 camas, en las que más del 50% se dedican a actividad quirúrgica.

La prevalencia de DAP, varía entre un 30-86% en hospitales con actividad quirúrgica, estas cifras no se han modificado suficientemente a lo largo de los últimos años, a pesar de los esfuerzos realizados para ello. Los pacientes sometidos a una intervención quirúrgica, según distintos tipos de estudios, experimentan en algún momento dolor de moderado a grave.1-3

La satisfacción del paciente al alta de la unidad en cuanto a la analgesia recibida es un indicador complejo, relacionado con las expectativas del paciente y también con las experiencias previas. Existe un dolor "esperable" tras una gran cirugía, de ahí la incidencia global de un dolor moderado-severo en un 30% aun cuando fueron usadas distintas técnicas analgésicas.4 No mide lo que ocurre en el postoperatorio, sino la satisfacción del mismo en relación a la experiencia que ha vivido.

En el hospital, la unidad DAP está integrada en el Servicio de Anestesiología. Participan todos los anestesiólogos en colaboración con los enfermeros de la unidad de reanimación post-anestésica. Están claramente definidas las funciones de cada profesional implicado. Pacientes cuya intervención conlleve un dolor moderado o grave y aquellos considerados de alto riesgo postoperatorio son incluidos en los protocolos de esta unidad teniendo cubierta la asistencia las 24 horas del día. El objetivo del DAP es garantizar el control y seguimiento del dolor postoperatorio para optimizar los tratamientos y detectar precozmente los eventos adversos. Su éxito se basa en una adecuada indicación analgésica y en un seguimiento sistematizado que garantice la efectividad, la seguridad y la satisfacción del paciente permitiendo evaluar y comparar resultados.

El exhaustivo registro de los cuidados de enfermería, permite poner de manifiesto el papel que desempeña la enfermería en dicha unidad: evalúa el dolor, detecta precozmente efectos adversos, identifica déficit de cuidados en los distintos métodos invasivos empleados, reconocer y tratar el déficit de conocimiento del paciente, familia y resto de equipo de enfermería, fomentar una cultura del control del dolor con una base de evidencia científica. Por otro lado, el abordaje multidisciplinar de todos los aspectos del proceso de recuperación posquirúrgico, permite mejorar resultados y disminuir sustancialmente los tiempos postoperatorios.5 Estos avances suponen un reto para las técnicas analgésicas que se deben adaptar a las exigencias de máxima analgesia dinámica, mínimos efectos secundarios y mínima duración.6

Con el paso de los años he visto como se desarrollaban en otros hospitales del territorio nacional el mismo proyecto que un día empezamos. En nuestros Hospitales se han ido creando distintas unidades de DAP, pero a pesar de esto, la mayoría tenemos la sensación de que no se llega a controlar todo el fenómeno Dolor. ¿Cuáles pueden ser los motivos? Por una parte, estarían los derivados de acciones de primera línea, es decir aquellos que producen efectos adversos inmediatos derivados de nuestras acciones en el cuidado del dolor (efectos activos). Por otra parte, los derivados del sistema organizativo (efectos pasivos) como el número de profesionales implicados, el grado de conocimiento, los protocolos por defecto (aquellos que se aplican en ausencia de prescripción) y la cultura de dolor y seguridad del entorno. Mientras que los primeros están asociados a las actuaciones individuales de los profesionales implicados, los segundos son reflejo del fallo del sistema.7

Como enfermera de DAP, mi sensación es que el dolor aun siendo "viejo amigo" sigue hoy como "ese gran desconocido". Está claro que el umbral del dolor es completamente diferente para cada persona y si bien al inicio de mis andares en ésta unidad no fui consciente de mi desconocimiento, hoy en día sí. La enfermera no es sólo la persona a pié de cama de los pacientes, o la mera transmisora de información o receptora de órdenes prescriptivas, estamos formadas para interpretar, valorar y poner en marcha distintos mecanismos para el alivio del dolor. Debemos continuar en la andadura del "querer saber más" y no perder jamás ésa ilusión de formar parte de algo nuevo ya que cada paciente es "un nuevo reto" y un nuevo aprendizaje.

Bibliografía

1. Bolibar I, Catalá E, Cadena R. El dolor en el hospital: de los estándares de prevalencia a los de calidad. Rev. Es Anestesiol Reanim. 2005; 52(3): 131-40.
2. Vallano A, Malouf J, Payrulet P, Baños JE, on behalf of the Catalan Research Group for Studyng Pain in Hospital. Prevalence of pain in adults admitted to Catalonian hospitals: A cross-sectional study. Eur J Pain. 2006; 10: 721-31.
3. Aguilar JL. Estudio preliminar comparativo de la prevalencia de dolor en una muestra de pacientes hospitalizados. Dolor. 2001; 16(S2): 79.
4. S.J. Dolin JN Cashman JM Bland. Effectiveness of acute postoperative pain management: Evidence from published data. Br J Anaesth. 2002; 89: 409-423.
5. Kehlet H, Wilmore DW. Evidence-based surgical care and the evolution of fast-track surgery. Ann Surg. 2008. Aug; 248(2): 189-98.
6. Sinha A, Carli F. The role of regional anaesthesia in patient outcome: thoracic and abdominal surgeries. Tech Reg Anesth Pain Manag. 2008; 12: 183-193.
7. Aguilar JL, March Y, Segarra M, Moyá MM, Peláez R, Fernández S et al. Prevalencia de dolor en un hospital con unidad de dolor agudo y unidad de dolor crónico: el paso siguiente.analgesia traslacional. Rev Soc Esp dolor. 2009;16(4): 20-214.

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