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		RESEÑA BIBLIOGRÁFICA
		Bioética y Neurociencias. Vino viejo en odres nuevos José Ramón Amor Pan Instituto Borja de Bioética. Barcelona, 2015. 782 Págs. Autor del comentario: Jesús Flórez Beledo (Catedrático de Farmacología de la Universidad de Cantabria) Ética de los Cuidados 2016 ene-jun; 9(17)
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Flórez Beledo, Jesús. Bioética y Neurociencias. Vino viejo en odres nuevos, de José Ramón Amor Pan [comentario de texto]. Ética de los Cuidados. 2016 ene-jun; 9(17). Disponible en <https://www.index-f.com/eticuidado/n17/et1700.php> Consultado el

    Ha sido todo un atrevimiento. Si algo deslumbra en esta época en el campo de la ciencia, con acentos cautivadores y magnéticos, y, a partir de ella, a la cultura moderna con toda su comparsa mediática, es la neurociencia. El autor se ha plantado ante ella, sin desconfianza preventiva alguna, en diálogo abierto; no para restarle un ápice a su grandeza, que la tiene, y a su enorme aporte al conocimiento y servicio de la realidad humana, sino para prevenirnos contra las desviaciones a las que mentes intencionadas nos intentan conducir.

Es mucho el conocimiento que el Prof. Amor Pan ha tenido que asimilar y manejar: histórico, conceptual, científico, filosófico, antropológico, ético y jurídico; y muchos los conceptos, esquemas, intenciones, consecuencias y conclusiones que ha tenido que desbrozar, asimilar y razonar, sin jamás perder el norte marcado por las esencias de la bioética. Tras un documentado y prolijo primer capítulo de carácter histórico, algo más que simplemente divulgativo, ya en su segundo capítulo descubre y nos muestra su pensamiento: no hay una bioética, por una parte, y una neuroética, por otra. La neurociencia aporta conocimiento, sin duda; obliga a reinterpretar y reevaluar pensamientos, conductas y hasta responsabilidades. Pero no por ello modifica la esencia de lo más íntimamente humano, de sus valores precisos y permanentes, que son las cuestiones que la bioética afronta.

La filosofía que a veces se practica a cuenta de la neurociencia está plagada de cortocircuitos antropológicos tramposos, pre-intencionales, contra los que el autor nos previene, tratando de impedir que los árboles de la experimentación nos impidan contemplar el bosque del ser humano en su total complejidad. "Las disputas ideológicas, los provincianismos y las especializaciones estériles no ayudan a llevar a buen puerto tan noble tarea" (p. 123).

Son largos y documentados sus sucesivos capítulos, con el atento cuidado por parte del autor de transcribir literalmente numerosos párrafos originales de autores pertenecientes a las más distintas corrientes de pensamiento. Ello ilustra al lector sobremanera. Es sobre tales textos sobre los que Amor Pan despliega sus mejores cualidades dialécticas y conocimientos antropológicos, para mostrar las fortalezas y debilidades que los textos nos ofrecen.

Sus títulos son, por lo demás, definitorios de la amplia gama de temas actuales y controvertidos, ninguno de los cuales soslaya:

-Neurocentrismo y neuroesencialismo.
-Prudencia, humildad y principio de responsabilidad en la Era de las Neurociencias.
-Mejora humana.
-Transhumanismo.
-Derecho, política y seguridad nacional a la luz de los avances neurocientíficos (neuroderecho, neuropolítica, neuroseguridad).
-El impacto de las neurociencias en la educación.
Dios y las neurociencias.
-Epílogo: Bioética en Babel.

Seguir con su mirada el recorrido y proyección de la neurociencia nos ayuda a valorar la excelencia de esta disciplina y admirar la capacidad de la inteligencia humana. Una vez más, sin embargo, se impone el para qué y hasta dónde. ¿Hemos aprendido algo después de los terribles fracasos y errores cometidos: las guerras de religión, la guillotina, el holocausto, los gulag, la bomba atómica..., consecuencias de una aparente racionalidad dirigida espúreamente a mejorar las esencias y existencias de nuestra condición humana?

Tampoco es baladí la reflexión sobre los nuevos fármacos, no tanto los que nos catapultan rápidamente a un mundo alucinante, esencialmente distinto de nuestro mundo ordinario, cuanto los que pretenden mejorar e incrementar nuestra capacidad cognitiva. El beneficio que pueden proporcionar para la población con discapacidades cognitivas es evidente y bienvenido. Pero los intereses financieros pueden ir más allá, promoviendo utilizaciones que sólo sirvan para ampliar más y más la brecha existente entre diferentes inteligencias. O el compromiso ético invade y ordena la ambición humana, por beneficiosa que pueda mostrarse a primera vista, o la amenaza de un futuro incontrolado puede rasgar y hacer irreconocible el rostro esencialmente humano de nuestra civilización.

Es en esta línea como se comprende mejor el subtítulo de la obra: es el mismo vino en nuevos odres. El vino de la inteligencia humana en los odres de sus manifestaciones. Fue la explosión de la física, la explosión de la química, la explosión de la biología molecular, la explosión de la psicología, la explosión de la lingüística. Ahora es la de la neurociencia, que intenta monopolizar todo conocimiento y alcanzar la síntesis de nuestra cognición, de saber cómo pensamos nuestros pensamientos y sentimos nuestros sentimientos. Pero el problema más crítico de fondo sigue siendo el mismo: no es iluminar el cómo; es el descifrar el por qué y el para qué.